Suelo tomar riesgos controlados... El Miércoles creo que me aventuré un pasó más allá y tropecé...
... Ella tiene un sentido del humor especial, suele ser directa y es sencilla, cualidad, ésta última, muy escasa. Sus ojos rasgados tienen un brillo especial cuando sonríe con una sonrisa, valga la redundancia, plena, hermosa, afable que transmite una energía por de más contagiante. También tiene su carácter ¡éh!, un par de veces me ha reñido y he tenido que bajar la cabeza, sonreir nerviosamente, y recibir resignado sus reconvenciones. Su piel es trigueña, son sus cabellos largos y oscuros como una noche sin Luna que me llevan de una oreja y sin impulso hasta el séptimo Cielo...
Me gusta escuchar, observar actitudes y modos, y es una constante no encontrar sinceridad. Comportamientos impostados, defensivos o en otros casos silvestres, toscos propios de una sociedad caótica y que se cae a pedazos.
Le dije "me gustas por ser tú misma". Mis palabras la sorprendieron como me lo hizo saber después. Me gusta y se lo dije, se lo dije y me arrepiento pero no más si no se lo hubiese dicho... Era más de la diez y media de la noche, la noche estaba fresca... "Por favor no te vayas, quiero decirte algo...", por un momento titubeó pero accedió a mi pedido. "¿Sabes?, quiero decirte algo importante...". La noche oscura, como escenario acorde al desenlace, fue muda testigo de un par de palabras que lo dicen todo: "Sólo amigos" y un triz de un corazón roto...
Subí al bus y apenas me senté vi aparecer un rostro familiar, era Cris con una sonrisa triste de seguro que en la misma situación que yo. Su aparición fue mágica y nos hicimos compañía, hablamos de cosas simples que nos alejaran del mal rato. Cris estaba bella, enfundada en una chompa oscura que irradiaba un calor entrañable, como el calor maternal que hallaba en los brazos de mamá, cuando era un niño, para que me diera consuelo tras una caída o simplemente cuando tenía sueño. Estuve locuáz, comunicativo por un momento me olvidé de todo y de todos. Sólo éramos dos seres humanos haciéndonos compañía en una noche en la que debíamos sentirnos solos...
Gracias, Cristina...