martes, marzo 03, 2009

Vacaciones: Abancay - Parte I

Nuestro periplo empezó el 12 de febrero... Viajamos en Expreso Sánchez hasta la ciudad de Abancay. Debo hacer la salvedad que esta empresa es la que presenta los precios más económicos. El precio Lima-Cusco y Cusco-Lima fue de 70 soles, pero como la ida fue hasta la ciudad de Abancay el costo fue de 60 soles. En las otras empresas los precios fluctuaban entre los 80 y 120 soles (buses con asientos-cama).


El viaje fue relativamente tranquilo pues digo esto porque padecí los estragos del mal de altura (soroche) en Puquio. Me sentí fatigado y con náuseas, mi novia se reía y afirmaba que estaba más pálido que una hoja bondo pero después me mimaba y se preocupaba por mi estado. El bus partió a las 9 de la noche asi es que nuestro paso por el departamento de Ica fue de noche.



Increíble el paisaje que divisamos apenas amaneció: Grandes montañas verdes por la vegetación y regadas por las lluvias persistentes de la temporada. Los paisajes se repetían hasta el hartazgo y la carretera, en forma de serpiente, parecía de nunca de acabar. Después de 14 horas llegamos a la ciudad de Abancay, pequeñita pero muy agradable.



Las plazas principales eran pequeñas pero agradables. El clima cálido, las noches insufribles por el calor. Muy al contrario el agua era helada, tuve que hacerme el valiente y ducharme un par de veces. Roxana, hermana de mi novia, y Carlos nos recibieron gustosos en la pequeña pieza que tenía alquilada. Tuvieron que acomodar una pequeña cama donde dormimos mi novia y yo.

Varias a veces, a digusto de mi novia, sali a caminar a solas por la ciudad y el Sol si que quema por estos lares, tuvimos la precaución de llevar bloqueador para protegernos del ingente calor reinante en esta hermosa ciudad. La gente, a pesar de mis prejuicios iniciales, era educada y distante a la imagen de gente de campo que tenía. Mucha gente joven caminando por las calles por la gran cantidad de universidades y centros de estudios.

Un adicional más, estaban en plenos carnavales y asistimos a una yunza y después a discotecas pero no puedo dar una buena opinión de ellas porque eran demasiado sencillas para mi gusto. Ingresé a un pub y sali expectorado por el desagradable olor que ahi manaba.




Fuimos al parque ecológico El Mirador de donde se puede apreciar la mayor parte de la ciudad de Abancay. Además tiene un pequeño mini-zoológico con animales a los que se les puede tener mucho más al alcance del público. Chana y Carlos estuvieron alimentando a los osos y monos. La hermana de Carlos casi es víctima de uno de estos monitos.






Una vista panorámica de la ciudad de Abancay desde el mirador:




Mi novia siempre posera ante el lente. Creo que tomé 1,500 fotos y ella sale en mil aprox.





Continuará... 2da parte (Yanet recibe el beso de un loro...)