La mañana amaneció fría, como de costumbre, pero una persistente llovizna enfriaba aún más el ambiente... A pesar de ser un día feriado no pude dejar de levantarme temprano y darme una ducha bien caliente antes de ir al cajero y de retirar dinero. Una chompa de cuello alto y encima una casaca de vestir contribuyeron a dejar de lado el frío. Era muy temprano y había regular cantidad de gente por las calles, aunque en menor número de lo habitual por ser feriado, los buses y combis pasaban con buena cantidad de pasajeros dentro. Abordé la 21 hasta La Bolichera de Surco. Un señor que iba a cruzar la pista junto conmigo estuvo a punto de ser arrollado por una combi pues no se percató que la delgada pista era de doble sentido. Sólo encontré a un par de personas en el cajero por lo que mi espera se hizo muy corta para luego abordar la combi errada pues en lugar de subir y atravesar el puente torció a la derecha con dirección a la Panamericana por lo que bajé en el puente peatonal junto al colegio Los Próceres de Surco. Una corta caminata no vendría nada mal. Me detuve a leer los diarios en un puesto cubierto de plásticos para evitar que la lluviese humedeciese el papel de los periódicos. Los encabezados se referían prácticamente a lo mismo: La decisión de Fujimori para postular a una plaza en el senado japonés (¡Habráse visto tamaña muestra de total desvergüenza! Sí que hay gente que tiene cara de palo...). Por otro lado otra noticia destacada era la referida a nuestra selección que participa en la Copa América de Venezuela y que debutó con buen lo que permite ilusionar por enésima vez a la sufrida gentita que aún cree en el renacimiento del fútbol y como el fútbol es una pasión pues yo me aúno a larga lista de hinchas" ilusionables".
Antes de cerrar la semana mi familia creció en número y no es que me haya animado a ser padre o algo parecido, ¡no que bah!, sino es que mi hermano adoptó una nueva mascota y en lo que va del año ya van dos adopciones lo que ha incrementado el número de mascotas a 5 en casa sin contarnos a nosotros (je je je). Manchas es su nombre y como se puede deducir es un dálmata macho de cinco meses que de ahora en adelante hará compañía a una juguetona Dalma de seis meses y que de seguro en unos pocos meses empezarán a traer al mundo más pequeños manchaditos...