Cirialo forma parte del departamento del Cusco y se encuentra en plena ceja de selva. El clima, a diferencia de Cusco capital, es cálido. Lo único mortificante son los mosquitos que te pican por doquier... Eso sí, la gente es un encanto, excelentes anfitriones.
Llegamos de noche... Sólo las estrellas y las luciérnagas (y nuestros celulares) iluminaban la noche. Quedamos con el chofer en que nos avisara cuando llegásemos a Cirialo. Estuvimos a punto de pasarnos hasta Nueva Cirialo, pero Yanet tuvo la intuición que ya estábamos en el lugar.
Apenas bajamos nos vimos sumergidos en una obscuridad intensa. Violeta, prima de Yanet, nos hizo yn pequeño croquis que nos sirvió de mucho. Yo no veía nada más allá de mi nariz. Aunque la noche se mostraba fresca y el cielo lleno de estrellas como salpicones de pintura en una negra tela. Descubrimos una trocha. El incipiente caminito estaba pantanoso y resbaladizo.
Yanet, subió sobre sus hombros al pequeño Julio. Yo, sostenía sobre los míos una pesada mochila y mi suegra arrastraba con mucha dificultad una maleta con rueditas aunque inútiles por el estado del suelo.
La trocha estaba cubierta por una vegetación alta aunque no tupida. Las luces de los celulares no nos desviaban del camino aunque estuvimos a punto de resbalar más de una vez.
Escuchamos el ruido de un ruido y llegamos hasta un puente de madera. Después de casi media hora de caminata ya nos encontrábamos en las puertas de Cirialo.
Preguntamos por la familia Livano y nos dijeron: "Queda a dos casa más allá...". No es como en Lima que las casa están pegaditas, aquí cada casa dista por centenares de metros asi es que tuvimos que caminar por un buen rato.
Los parientes de mi esposa nos vieron como si de fantasmas nos tratásemos pero recuperados de la sorpresa nos recibieron muy bien.
Permanecimos casi una semana. Una de las primeras cosas que hicimos fue ir a la empinada chacra del primo de Yanet. Aquí las chacras no son llamas sino que está ubicadas en empinadas colinas recubiertas de gran vegetación y un suelo más que resbaladizo. Un martirio llegar hasta las zonas de cultivo.
Fuimos a cosechar yuca con el primo de mi esposa. El tamaño de las yucas es impresionante. La que sostiene mi esposa medía más de un metro y tenía forma fálica, bromeamos al respecto...
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