Sin querer Walt descubrió un antiguo blog que publiqué hace un par de años atrás y lo puso sobre el tapete a la hora del almuerzo pero sin despertar el menor entusiasmo, para suerte mía, de los presentes. En éstos casi tres años que vengo escribiendo públicamente habré dado vida, si cabe la expresión, a cinco o seis blogs y de aquel personaje con una suerte incierta y decepcionado de la vida sólo quedan unas líneas mustias de una etapa de mi vida que espero no volver a sentir ni repetir.
Paralelamente escribía un blog de un personaje femenino (pura ficción ¡éh!, siempre aclarando) frívolo y con un gran afán de figuración (mi antítesis) que sin ser genuino despertó el interés de mucha gente que se sintió atraída por el personaje que para colmo de males fue citado en un medio periodístico muy importante y yo sin poder decir que ese personaje era mío, un "mini-triunfo" (mis cinco minutos de efímera fama...) que grité a escondidas. Siempre he leído y creí que yo también podría hacerlo pero no a un nivel tan elevado como las personas que han estudiado para eso. Mis garabatos y delirios de seudo-escribidor de ficciones quedaron plasmados en aquel blog que se convirtió en mi engreído por todo un año y que abandoné muy a mi pesar. Me fascinaba y sorprendía, cada día, la sola idea de como un personaje ficticio podía generar disímiles reacciones: Amor y odio a borbotones. Punto aparte...
Esta semana empieza con novedades... Una de ellas es que dejamos la service y pasamos ipso facto a planilla aunque conservando el mismo formato, es decir con contratos de tres meses y el sueldo mínimo legal. Bueno, algo es algo... Ad portas de un aniversario más del Perú como país independiente hemos acordado, los chicos del trabajo, ponernos en la solapa la escarapela. No es chauvinismo porque no creo ser chauvinista y sigo pensando que las peores masacres se han llevado a cabo en nombre de la patria, y esto a través de la historia humana pero siempre hay algo en que debamos creer por una cuestión más de fe que racional. Soy peruano por una cuestión más afectiva que territorial y si alguna vez me alejo de estas tierras creo que la extrañaría a mares: a la tierra y a su gente que a pesar de los pesares es parte de mí mismo.