Esta mañana estuve viendo algunos modelos y marcas de reproductores DVD con la intención de actualizar mi pequeño reproductor (de DVD, siempre aclarando) que no lee todos los discos que quisiera ver y que copan mi estante con pelis que no he visto y no por falta de ganas... De entre los pocos títulos que pudo leer se encontraba "El buen pastor", una buena película para verla en sábado en lugar de algún programete de nuestra alicaída televisión nacional (bueno, tengo cable pero no siempre encuentro algo que me agrade o mi horario no está sincronizado con algunos buenos contenidos que pueda tener), que incluye en su reparto a un siempre eficiente Matt Damon y a la sensualísima Angelina Jolie, aunque la trama estuvo interesante no pude culminar de verla pues el sueño me venció...
Domingo frío. Casi al mediodía me contacté con un amigo del trabajo que me puso al tanto de un problemón que mañana va a reventar como chupo de adolescente, parece que va a traer cola..., bueno, esperemos a mañana para ver que sucede, no quiero, me niego, ahora, a ser más pesimista de lo habitual... Por la tarde después del almuerzo acudí con mis padres y Michelle, mi sobrina, a casa de mi hermana. El viaje al centro de Villa el Salvador duró poco minutos y apenas bajamos Michelle nos sacó enorme ventaja con cortas carreritas con sus pies pequeños y ligeros...
Mi cuñado expectaba un partido de fútbol y yo preferí a ir al cuarto de Kevin, hacía mucho frío, me recosté sobre la cama y quedé profundamente dormido cuando desperté mi hermana ya había preparado el lonchecito. Una caliente taza de chocolatada devolvió la vida a mi cuerpo, que bien se siente una bebida caliente en medio del gélido invierno limeño. Veruca jugaba a las cartas con Kevin y las más pequeñas jugaban a la gallinita ciega o a las escondidas...
Domingo frío. Casi al mediodía me contacté con un amigo del trabajo que me puso al tanto de un problemón que mañana va a reventar como chupo de adolescente, parece que va a traer cola..., bueno, esperemos a mañana para ver que sucede, no quiero, me niego, ahora, a ser más pesimista de lo habitual... Por la tarde después del almuerzo acudí con mis padres y Michelle, mi sobrina, a casa de mi hermana. El viaje al centro de Villa el Salvador duró poco minutos y apenas bajamos Michelle nos sacó enorme ventaja con cortas carreritas con sus pies pequeños y ligeros...
Mi cuñado expectaba un partido de fútbol y yo preferí a ir al cuarto de Kevin, hacía mucho frío, me recosté sobre la cama y quedé profundamente dormido cuando desperté mi hermana ya había preparado el lonchecito. Una caliente taza de chocolatada devolvió la vida a mi cuerpo, que bien se siente una bebida caliente en medio del gélido invierno limeño. Veruca jugaba a las cartas con Kevin y las más pequeñas jugaban a la gallinita ciega o a las escondidas...
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