Esta noche quería hablar de fútbol pero creo que todos vieron por la tele el encuentro de nuestra selección y los sentimientos son afines... Por lo que me mantendré al margen sobre ese respecto... Hablaré de los lentes de Karina, mi adorable sobrina, y de lo chistosa que luce con ellos. Ella, se caracteriza por tener unos enormes y hermosos ojos café y que enmarcados se ven pequeños como pajarillos encerrados en una jaula...

... Me contacté con una amiga a través del MSM y ella me dijo que una crema para retirarse el maquillaje le irritó el cutis y nuestra conversación derivó en las ingentes cantidades de dinero que las mujeres destinan en la compra de maquillaje. Testigo y de primera mano soy de ello pues trabajo en un almacén y por mis manos pasan, literalmente, cajas y cajas con polvos de maquillaje, delineadores, lápices de labios, rimels y uno que otro artilugio cuasi mágico e indescriptible que la mujer destina para una mejora de imagen personal. Particularmente yo las prefiero al natural pero sólo sabrá Dios si mis palabras les resbalán... Tengo cinco hermanas y todas usan maquillaje en mayor o menor medida (kilos más, kilos menos). Me lleva a la risa verlas frente a un espejo arreglándose las pestañas, pintándose los labios o redibujándose las cejas. Camino al trabajo es usual ver en el bus a una que otra chica que con las prisas salió sin maquillarse totalmente y que con una habilidad que cualquier malabarista de circo o un suicida fakir admirarían. No sé cómo hacen pero son capaces de delinearse las cejas, pintarse los labios, o cuasi arrancarse las pestañas con esas especies de tenazas a pesar de tanto bache que adornan nuestras pistas y que a mí me llevan a practicamente estrecharme contra el techo del vehículo, amén de no descoyuntarme la columna con tan violento zamaqueo por la prisa de un microbusero inmerso en un "correteo"... Mi amiga se despidió prontito y yo de ella porque el sueño viene llegando y no hay máscaras ni maquillajes que puedan solaparlo...