lunes, julio 09, 2007

"Paquito nunca cambias..."

Lunes... Siempre es fregado empezar la semana después de un cortísimo domingo, las sábanas y tu camita están calientitas y te cuesta mucho dejarlas. Llegué 7 y 45 de la mañana casi junto con Bric que apenas bajó de la mototaxi pidió un vaso de quinua a la señora que cada día, desde muy temprano, se coloca a pocos metros de la puerta del almacén a ofrecer quinua, soya y demás. Algunas personas paradas en la puerta del almacén en busca de trabajo atentas a lo que el encargado de recursos humanos les dice. Ya todos saben que hoy es un día de poco trabajo. Dejo mi comida en el congelador, mientras Bric registra sus zapatillas de marca en Seguridad y enrumbo hacia los vestidores. De pronto llega Paquito con un fuerte olor a licor. Se contorsiona, parece que no ha dormido pero aún así quiere trabajar. Le sugiero que trate de solapar el olor. Se cuela por la seguridad del almacén tras nuestros pasos pero me preocupa su situación pues es uno de los que tiene que estar al frente recibiendo a los proveedores que es lo más importante de nuestra área. Él pretende ocultarse revisando la mercadería pero para colmo de males hay muy poca para revisar y le digo que mejor converse directamente con Vladimir, nuestro encargado, y pida permiso porque definitivamente no está en condiciones para hacer alguna cosa. No vino el sábado y hoy llega cuasi ebrio, si quiere ganar una buena imagen antes el resto pues no está siguiendo el camino correcto... Cuando Vladimir se desprende del grupo, Paquito, le da alcance. Yo ya estoy recibiendo a los proveedores que esta mañana son sólo unos cuantos que los dedos de las manos parecen suficientes para contarlos. Luego veo a Paquito buscando las hojas de permiso. Ya empezaron a correr las voces que Paquitó está ebrio. Creo que fue la nota negra de hoy y la más tristemente destacada pues al finalizar la escueta jornada de trabajo nuestro encargado cito el "Caso Paquito" como un mal ejemplo a no seguir y que preferiría que no vinieran en lugar de presentarse así. Vladimir no es como Juan, nuestro antiguo encargado, es como lo dice otro encargado: "La madre" de todos nosotros que nos cuida a pesar de nuestros papelones...

No hay comentarios.: