sábado, agosto 11, 2007

"Resaca..."

Las cosas con Bric siguen estancadas, él no me habla y ya no hago el más mínimo intento por retomar el camino de la amistad. Todo comenzó cuando repliqué duramente a una nada amigable expresión de su parte. Ya no somos niños y si él va a empezar con la Ley del Hielo pues será cosa suya, total ya estaba cansado de sus malacrianzas y brusquedades diarias: A cualquier pedido mío su clásica respuesta era "No jodas..." y demás epítetos de orden personal que la verdad me chocaban. Será su estilo de no pasar desapercibido pero no me va llevar en sus olas de insolencias a granel. Estamos a medio metro de distancia, pues compartimos casilleros adyacentes, y no me dirige la palabra, me ignora como una matrona resentida y la verdad es que esa actitud que en un principio me llamó la atención ya no me mueve a nada más que a la indiferencia más absoluta: "problema suyo". Punto aparte.

Esta tarde mientras almorzaba, después de una mañana nada sui generis pues ya estamos acostumbrados a los incidentes protagonizados por "Paquito" y hecho del que me referiré más adelante, conversaba con Walt y con mi antiguo encargado, y cada quien tratando de sostener mantener una amena comunicación aunque el tema insalvable es el sexo. No es que me disguste tocar el tema pero me causa empacho que sea puesto siempre a la palestra como una forma inconsciente de sentar nuestras posiciones de machos superiores... ´Quien no es un "pinga-loca" no es hombre´ y hay que probarlo a todo instante, esa filosofía me llega... Si me hacen una pregunta directa sobre sexualidad yo la contesto sin alardear. El sexo es importante, sin dudas, pero no es lo fundamental, relaja y demás pero atosiga si es "manoseado" con tanta frecuencia.

Paquito, Paquito, no cambias... Quizás se moleste por haberlo citado sin consultarlo en éstas líneas pero es algo que no puedo callar ni tapar como en verano ardiente al Sol con un dedo... Ayer llegué tarde al trabajo, puntual para parafrasear y hoy no quize que volviera a ocurrir por lo que abordé una moto para llegar a tiempo y en la puerta un trasnochado miembro de seguridad maltratando, sí porque esa es la palabra, a un señor por haber llegado temprano al trabajo... Más bien creo que debería felicitarlo pero me chocó la forma como trató al señor Silva en la puerta de ingreso. No hice más que mirarlo y reprocharle su grosera actitud. Abrieron la puerta y entré seguido de Silva. En el vestuario me encontré con Bric que terminaba de cambiarse y yo que empecé la rutinaria tarea de mudar mi traje de paisano por el uniforme azulino, tarea engorrosa por el poco espacio de los pasillos. Al poco rato llegó Paquito, resoplando como después de una larga carrera y con una botella de gaseosa en la mano. Tenía los ojos rojos y pensé que era porque recién se había despertado. Hablaba aceleradamente como siempre. Fuimos juntos a la zona de trabajo y apenas llegamos el tío Lobo lo llamó y le dijo sin medias tintas ni anestesia "Tu has estado chupando", Paquito no dice ni sí ni no. Al poco rato ya medio Mundo sabía que Paquito estaba resaqueado y no creo que sea improbable que el super-supervisor en su papel preferido de espía no se haya percatado de la situación cuando de "manera casual" se acercó al lugar donde se encontraba trabajando Paquito. Paquito pidió permiso a la una de la tarde por obvias razones y su caso fue tocado en la reunión que sostuvimos con nuestro encargado. Esta vez se va a ganar una amonestación aunque solapando su real condición de esta mañana. Una actitud dubitativa y sobreprotectora de nuestro encargado.

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