domingo, octubre 07, 2007

"Festival de Danza"

Hoy Domingo, se desarrolló en el kinder de Vale el festival de danza folklórica. Levanté a las niñas muy temprano. Bañé a Vale a las siete de la mañana con agua muy caliente. Vero sirvió el desayuno a sus hermanas. Ya eran más de las ocho cuando llegó mi hermana Elisa, madre de Vale, Vero y Kari. Y salimos de mi casa pasadas las nueve. El día que empezó frío empezó a clarear y a golpe de las diez con treinta un inclemente Sol lucía muy orondo. Cuando llegamos al cole ya estaban ultimando los preparativos: Un toldo multicolor, chillón, se cernia sobre el pequeño patio, muchas madres vendían comidas típicas y mi hermana, dentro de la coyuntura, ofrecía agua de cocona a los presentes. Vero hizo la labor de fotógrafa con muy buenas tomas.
El festival de danza dio inicio entonando las notas del himno patrio y Vale fue quien llevó la voz cantante, literalmente. Con que gracia y claridad cantó el himno para al final terminar bostezando, je je je, total es una niña de cinco años y no se le puede exigir seriedad castrense.

El primer número fue algo violento... Un baile del centro del país en el que los niños, invitados y algo mayores que los del kinder, se daban de "latigazos" y luego cada pareja de baile se sumergían en un violento juego carnavalesco que involucraba ahogar en talco a su compañera (o) y rodar sobre el suelo raso. Muchos sonreían a placer y yo preocupado que uno de esos "chicotazos" impactara sobre el rostro de Vale que estaba en primera fila con sus demás compañeritos.

El segundo números fue el típico vals limeño "La Pitita", ejecutado por pequeñines de dos años que entusiasmó a toda la concurrencia y Vero que pugnaba por acercarse y obtener las mejores tomas.
Vale, estaba, en primera fila, ataviada con un traje típico de la selva. Una blusa suelta de color fuxia, un collar de cuentas, una vincha que a ratos le tapaba los ojos, una faldita corta y unas sandalias sencillas. Según me comenta, en los ensayos todo fue perfecto per a la hora de la hora hubo tal desconcierto que hasta Vale, bastante coordinada, perdió los pasos y se perdió en medio del caos de gente que con cámaras en mano o demás compañeritos tan desorientados como ella misma, como si hubiesen sido presa de un pánico escénico pero eso no fue motivo para que una salva de aplausos premiara su actuación. Vale, corriendo, fue hacia mí y sin querer impactó su cabeza contra mi frente, a ella no le dolió porque estaba protegido por una gruesa vincha pero a mi si porque esta vincha tenía unas cuentas, orlas o como se llamen que se incrustaron sobre una de mis cejas, exagero...
En líneas generales, el espectáculo estuvo resimpático...

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