domingo, julio 23, 2006

"Calzoncillos abajo"

Trabajo en un enorme almacén, quizás el más grande del país. El personal, en temporadas festivas, puede llegar a los 600 o más y es en estas ocasiones cuando todo parece ser escaso o insuficiente: Las colas para calentar la comida en los microondas son enormes, no hay casilleros disponibles para guardar tu ropa y a riesgo de que te roben tienes que dejarla sobre los casilleros del baño (sin embargo, tener casillero propio no asegura en absoluto seguridad pues se han registrado repetidos casos en que los candados han sido violentados y sustraídas las prendas de dentro; a Benito, un regular muy antiguo, le robaron sus botas nuevas y a otros más sus uniformes) e incluso el trabajo escasea por la gran cantidad de personas asignadas a una misma zona; en medio de un enjambre humano hay que inventarse "chambas" para que no parezcas que estás "hueveando". La gente de apoyo o campaña son los que ingresan en gran número para aliviar la ingente carga de trabajo que recae sobre los regulares. Algunos regulares son muy buena onda, otros, en cambio, actúan con el despotismo más absoluto. Yo he estado cargo de ambos tipos de regulares pero los muy buena onda han sido en mayor número y muchos de ellos son muy buenos amigos ahora. Un campaña o apoyo es la última rueda del coche y tiene que pagar el derecho de piso haciendo la tarea más ruda. Las jornadas de trabajo, en algunos casos, sobrepasa con holgura las doce horas, algunos amigos han concluído su trabajo a las dos de la mañana y al día siguiente tenían que presentarse a trabajar a las siete en punto. Una vez me quedé hasta las doce de la noche y conseguir una movilidad a esa hora era una tarea más que imposible. Estaba parado sólo en un paradero de una zona peligrosa... A pocas cuadras un grupo de "fumones" iba haciendo cabriolas, vociferando y acercándose peligrosamente. Ya había pasado media hora desde que había llegado a aquel paradero y ningún que fuera para San Juan. Los taxis querían cobrarme 15 soles por llevarme a casa, yo sólo tenía en los bolsillo, contando las moneditas de 5 céntimos de vuelto que me dieron en el Tottus, tres soles. Al poco rato en una mototaxi llegó un grupo de conocidos, también trabajadores del almacén, eran tantos que tomamos dos taxis compartiendo los gastos previo regateo del precio. Abordé el taxi, y el grupo de "fumones" de aspecto descuidado, verbo vulgar seguían inmersos en medio de una conversación incoherente y lleno de ademanes y movimientos anti-gravitacionales.

Vengo haciendo "campañas" desde diciembre, todas duran menos de un mes. Lo ideal parael service es que no llegues al mes para no establecer un vínculo laboral serio. He tenido campañas de 28 días como de tres días y descanso de una semana y hasta de tres semanas, obviamente no pagadas. He conocido a tanta gente que recordar sus nombres y rostros es tarea dificilísima. En mi campaña de diciembre ocurrió un hecho muy gracioso. José, un joven de aspecto desgarbado, muy trabajador y dueño de un hedor insufrible, fruto de su exceso de sudoración, fue protagonista hilarante. A la salida del almacén, teníamos que pasar por doble revisión. Generalmente sólo hay una revisión en el edificio principal pero al haberse producido algunos robos la revisión era doble: Una en el edificio y otra en la salida misma del gran almacén. José, es un tanto atolondrado como pundonoroso en el trabajo. Muy apurado fue a pasar revisión. La cola para la misma una constante día con día. Cuando llegó su turno se bajó el buzo junto con dos chicos más y dejo a la vista su miembro viril. El vigilante se cabreó un tanto y sólo en ese momento, José, recordó que no se había puesto calzoncillos. Lejos de avergonzarse le dijo al vigilante que no había tenido tiempo para lavar su ropa mientras se levantaba el buzo con premura y el miembro de seguridad sólo moviendo la cabeza medio sorprendido. Ya conciente de su propio olvido fue a la segunda revisión pero antes advirtió al miembro de seguridad de que no había traído calzoncillos encima, el seguridad con voz hosca e impersonal sólo dijo: "Estamos entre hombres...". Hasta el final de la campaña, José, conservó el mote de "Sin forro".

En una de mis campañas se produjo el robo de dos valiosas memorias MP3 y las revisiones en casilleros, mochilas y a los propias trabajadores fue más que exhaustiva. Las colas de revisión además de ser enormes, hecho nada fuera de lo común, ahora eran más que lentas. Entré junto con dos compañeros y nos pidieron los miembros de seguridad que nos bajáramos hasta los calzoncillos, el temor mayor de mis ocasionales compañero en la revisión era de que uno de los miembros de seguridad pasase a hacer un chequeo proctológico. No es la primera que me desnudado pero esta vez me sentí vejado en mi orgullo. Mis mejillas estuvieron encendidas y ardientes por muy buen rato. Mientras caminaba con mis compañeros los cinco "cuadrones" que nos separan del paradero estaba más que molesto por tamaña humillación.


5 comentarios:

Javicentrico dijo...

Alucina que maleado!!!
Y yo la vez
pasada le hice un
chongo tremendo
a un seguridad nuevo
que quería revisar
el número de serie
de mi laptop cuando
la sacaba de la oficina.
NO WAY!

Realmente me senti ofendido
imaginese Ud. osea
que nohay confianza!
Hice llamar hasta el
supervisor de seguridad
que disculpo al nuevo
personal de seguridad.
Despues de leer
esto me siento mal
BAD BAD BAD

Ahora que lo pienso
bien ... que tarea para más
dura de los pobres
todas las "cosas" que tendrán
que ver y aguantar.

Y tambien la verguenza
de los empleados que son
revisados. Pero como
el chico de seguridad
me dijo
"Chamba es Chamba".

Saludos Alonso!

Escuchando: Amor Para Siempre by Zemmoa

Laura Martillo dijo...

Hola,
me encantó el post. La foto que pusiste espanta un poco, jeje
por eso la mayoria de bloggers no ponemos rostro completo, pero es enviciante el leerte.

Me rei muchisimo con el cuento del Sin Forro, tengo la historia de un amigo que pasó algo similar al cambiarse de ropa despues de una guardia, pero el tarado lo hizo delante del persopnal femenino ya la médico de guardia.
Desafortunadamente lo suyo tambien andaba medio dormido, asi que ver el "membrillo" no despertó a nadie.

Un saludo ( El comentario sobre la foto, era solo broma, nada para q te suicides, ok? )

Yanet dijo...

Javicéntrico: Una laptop, ¡qué envidia! Al almacén no dejan pasar ni celulares ni nada de marca, así es que tienes que llevar harapos, je je. Exagero. Saludos...

Laura Hammer: Si vieras que soy literal casi siempre... Tu comentario me llevó por los suelos, me piqué, y estuve a punto de cortarme las venas con una galleta de soda... je je. He recibido otros comentarios apañados de sutil compasión como aquel: "No eres tan feo..." (Auch). Eso de que "el hombre como el oso cuanto más feo más hermoso" creo que fue inventado por un feo para no levantarse más rápido cada vez que le recuerdad su "fealidad". Saludos. Laura, también te he leído quizás no con la debida dedicación que mereces pero te aseguro de que lo poco que he leído es patético!!!... Je je je. (Broma. Realmente me encantan tus contenidos, fondo y forma).

Javicentrico dijo...

Caramba
no hagan la guerra
hagan ...
mmmmm
bueno hagan las
paces!!
jo jo jo

By the way
ni tanta envidia
estimado Alonso,
en realidad
la laptop es
de la empresa!

Un abrazo
y me encanta
leerte...

Escuchando: Gifted by ANgelina

Anónimo dijo...

Cool blog, interesting information... Keep it UP » » »