domingo, setiembre 10, 2006

"Viernes Negro" (What's up' ? )

El viernes fue un día fatal en un sentido más literal que figurativo, bueno, por lo menos así lo siento yo... Tres de mis mejores amigos fueron despedidos por un hecho absurdo. La mala suerte como la muerte se los lleva de a tres... P., 20 años, realmente muy joven con el aspecto de un niño, animoso, juguetón, muy trabajador y padre de un pequeño tuvo la mala suerte de jugar una broma por la que al final nadie rió.

Tuvimos una jornada de trabajo muy dura. Todos morían de ganas por escapar e ir a casa a descansar. El baño, los pasillos de los armarios rebosaban de gente que se cambiaba de prisa mientras conversaban animadamente. El tío "Lobo", grosero, como siempre, iba a ducharse y de manera descuidada dejó caer su chompa en medio del pasillo. Los chicos jóvenes jugaban, conversaban risueñamente. P. no había traído chompa y se "cagaba" (sic) de frío, cogió la chompa de A. y se la puso pero pronto su dueño se la quitó. Vió la chompa en el suelo sin pensar que era del tío "Lobo" pues estaba seguro de que era de uno sus compañeros se la puso y salió corriendo, riéndose. El miembro de seguridad que estaba en el baño no le dijo nada cuando pasó por su lado. Sus compañeros, salieron detrás de él. P. riéndose los esperaba en la calle y dando por terminaba la broma se quitó la chompa y se la devolvió a su "dueño". E. dijo que la chompa no era suya y no la recibió. S. que formaba parte del grupo se puso a pensar y dijo que se llevaría la chompa y la traería al día siguiente para buscar a su dueño pues suponía que era de una de las tantas personas que se encontraba en el pasillo. Mientras conversaban una persona espectaba todo ésto que fue quien informó al tío "Lobo" al dia siguiente...

En el baño, tras salir de la ducha el tío "Lobo" no encuentra su chompa y armá un escándalo mayúsculo. Llama al chico de seguridad y lo hace responsable del "robo", el miembro de seguridad, totalmente frío, no sabe qué decir. El tío hecho un pichín sale a la oficina de seguridad que estaba próxima a la puerta de salida y grita a voz en cuello que su casillero había sido asaltado. Ya los chicos con la chompa se habían ido hacía buen rato sin presagiar lo que vendría. Lo lógico, como señalan todos, era que permaneciesen afuera mientras aparecía el dueño de la chompa pero no lo hicieron así...

El tío "Lobo", ya informado, estuvo buscando a P. Él le explicó como fueron las cosas pero ya el problema había rebasado los límites y no había vuelta que darle. Al final los tres amigos tuvieron que levantar el dedo acusador uno contra el otro y todos corrieron la misma suerte. Lo lamento tanto por S. que era un chico muy trabajador, amable y siempre que trabajaba con él me proveía de todos los materiales con una diligencia tal que admiraba, es realmente una pena. Lo lamento por E. que, no debió salir de esta manera después de haberle dado tanto a la empresa, era un chico que me enseñó a usar un scanner con una paciencia tal que le estaré siempre agradecido. No sé si tenga yo un aire de desvalido pero cada vez que tenía un problema él inmediatamente me socorría y me sacaba del apuro de una manera educada que transmitía mucha calma, realmente lo siento. Jamás voy a olvidar sus brazos levantados, su nariz fruncida mientras por los altavoces se oían los acordes de "What's up'". Lo lamento también por P. que esta vez sus bromas tuvieron graves consecuencias... Y lo lamento por la "justicia" por ser tan injusta y sorda a las razones...

... Y la mala suerte como la muerte de a tres... Samuel, mi cuñado, padre de Valeria, tuvo un accidente en el trabajo. Él es carpintero, estuvo cortando madera cuando la máquina cortadora "zapateó" y por evitar perder el control de la tabla casi pierde los cuatro dedos de la mano izquierda. Samuel es uno de aquellos trabajadores que si no labora no puede llevar el pan a su casa. No tiene seguro y lo que es seguro, valga la redundancia, es que su economía familiar se vea mermada en las próximas semanas...

Elena, la esposa de mi prima Marco, llamó apenada a casa para decirle a mi madre que organizaba una pollada pro-salud... La menor de sus hijas había tenido un accidente y era necesario hacerle una tomografía pero eso no fue todo pues también le contó que los médicos le habían detectado cáncer de mama y que ella prefería que fuera su hija la primera en ser atendida...

Escribo ésto con los ojos húmedos y veo cómo las "pequeñas desgracias" cambian nuestro ánimo...


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