Esta tarde Bric me llamó la atención. Bric es uno de mis mejores amigos en el almacén y creo que con la suficiente confianza y pleno conocimiento de mi persona como para darme una buena zurra a ese nivel. Se nos encomendó a un grupo de nueve personas apoyar a una céntrica tienda en su sección bodega. El espacio para trabajar era reducido y muy incómodo si consideramos que sumados a otros grupos de apoyo, éramos alrededor de 40, teníamos que separar mercadería, ropa principalmente, y colocarle piochas. Piochas son aquellos objetos plásticos que se colocan en una prenda para que la gente que asiste a un centro comercial, y me refiero directamente a aquellas que tienen malos hábitos (tenderos), no se las lleven sin pagar. Teníamos que hacer malabares para colocar la nueva mercadería que llegaba y la que ingresaba a tienda, previo proceso. Chocarse, estorbarse era una constante. Un ingrediente extra era el viento helado que se colaba por las rejas, ahh..., me faltó añadir que nos encontrábamos laborando prácticamente en la intemperie. Algunos chicos nuevos algo quejosos rompían el espíritu del grupo con lamentos nada acordes con un regular. Un trabajador regular tiene que motivar al grupo a pesar de las adversidades. Bellido, por ejemplo, es un chico de escasos veinte años pero con una energía y espiritú motivador envidiable, comparte todo, si me faltaban piochas inmediatamente las traía y las compartía con el grupo. Otros en cambio actuaban de manera egoísta y casi infantil.
Un espectáculo aparte constituyeron las preciosas chicas que aquí laboran. Mientras esperábamos registrar nuestro vimos desfilar unas chicas tan hermosas que las veíamos cuando venía y cuando se iban derramando lisura (encanto) a su paso. Renzo, un chico que trabajó en este centro comercial como reponedor nos comentó que eso no es nada, que el temporada veraniega las chicas vienen con unas falditas que no cubren mucho de sus hermosas anatomías y que el terminó medio enfermo con tanto extásis lujurioso.
Este mediodía nos llamaron del almacén para retornar a sus instalaciones, la mayoría prefirió dar un paseo previo por el centro comercial o ir a sus casas para cambiarse y dejar sus celulares, pues en el almacén se prohibe el ingreso de éstos aparatos, antes de dirigirse al almacén.
Trabajamos una hora y media y después salimos a casa. Bric habló con el jefe para ver el tema de los vales por los tres días de comisión. Al salir fuimos caminando hasta la avenida principal. El camino es largo y hay mucho tiempo para conversar. Sin embargo, esta no iba a ser una conversación ordinaria pues de buenas a primeras, Bric, me dijo a boca de jarro que yo sabía mucho del trabajo, e incluso más que el resto pero que no tenía manejo ni autoridad. Me dijo que no sólo bastaba hacerme conocido por mi trabajo sino también relacionándome con los encargados y jefes de zona. Que muchos había escalado posiciones no sólamente por saber el manejo de un área sino por saber conducirse dentro de las normas sociales con mucha soltura. Me dijo que yo parecía acartonado y que mantenía un perfil demasiado bajo y el que aprovechaban otras personas para "maletearme" y subir sus bonos a costillas mías. Me habló de la hipocresía de algunos compañeros que buscan figurar y hacerse conocidos del jefe lanzando barro con ventilador y que esperaban el más mínimo descuido mío para inicidir mucho en aquel "talón de Aquiles". Lo único que me diferencia de ellos, me dijo, es que tu tienes algo de cultura mientras que los otros carecen de ella y la reemplazan con criolladas que hace que los jefes los tengan más en mente cuando se traté de seleccionar un equipo de trabajo a mediano y largo plazo. Me dijo, entre tantas cosas, que tenía cosas que arreglar en mi interior y a ser un tanto hipócrita, como muchos, con el fin de escalar posiciones. "Tú eres rápido, sin embargo actúas con tanta parsimonia que luces lento...".
Voy a tener que pensar este fin de semana sobre todo lo que me dijo Bric y a corregir ciertos fallos que yo reconozco como tales pero que me cuestan corregir. Soy muy tímido por naturaleza, aunque últimamente he aprendido a manejar mi tranquilidad. Mientras otros se ponen nerviosos yo trato de no perder concentración aunque eso vaya a desmedro mío pues según Briceño para que no atuara "pilas". Bueno, no voy a tratar sino que por mi desarrollo emocional y personal, voy a tratar de hacer unos cambios a nivel personal y laboral, a buscar mi desarrollo emocional y personal que me permita tener absoluta confianza, si cabe la frase y el sentido que ésta encierra, en mí mismo...
Un espectáculo aparte constituyeron las preciosas chicas que aquí laboran. Mientras esperábamos registrar nuestro vimos desfilar unas chicas tan hermosas que las veíamos cuando venía y cuando se iban derramando lisura (encanto) a su paso. Renzo, un chico que trabajó en este centro comercial como reponedor nos comentó que eso no es nada, que el temporada veraniega las chicas vienen con unas falditas que no cubren mucho de sus hermosas anatomías y que el terminó medio enfermo con tanto extásis lujurioso.
Este mediodía nos llamaron del almacén para retornar a sus instalaciones, la mayoría prefirió dar un paseo previo por el centro comercial o ir a sus casas para cambiarse y dejar sus celulares, pues en el almacén se prohibe el ingreso de éstos aparatos, antes de dirigirse al almacén.
Trabajamos una hora y media y después salimos a casa. Bric habló con el jefe para ver el tema de los vales por los tres días de comisión. Al salir fuimos caminando hasta la avenida principal. El camino es largo y hay mucho tiempo para conversar. Sin embargo, esta no iba a ser una conversación ordinaria pues de buenas a primeras, Bric, me dijo a boca de jarro que yo sabía mucho del trabajo, e incluso más que el resto pero que no tenía manejo ni autoridad. Me dijo que no sólo bastaba hacerme conocido por mi trabajo sino también relacionándome con los encargados y jefes de zona. Que muchos había escalado posiciones no sólamente por saber el manejo de un área sino por saber conducirse dentro de las normas sociales con mucha soltura. Me dijo que yo parecía acartonado y que mantenía un perfil demasiado bajo y el que aprovechaban otras personas para "maletearme" y subir sus bonos a costillas mías. Me habló de la hipocresía de algunos compañeros que buscan figurar y hacerse conocidos del jefe lanzando barro con ventilador y que esperaban el más mínimo descuido mío para inicidir mucho en aquel "talón de Aquiles". Lo único que me diferencia de ellos, me dijo, es que tu tienes algo de cultura mientras que los otros carecen de ella y la reemplazan con criolladas que hace que los jefes los tengan más en mente cuando se traté de seleccionar un equipo de trabajo a mediano y largo plazo. Me dijo, entre tantas cosas, que tenía cosas que arreglar en mi interior y a ser un tanto hipócrita, como muchos, con el fin de escalar posiciones. "Tú eres rápido, sin embargo actúas con tanta parsimonia que luces lento...".
Voy a tener que pensar este fin de semana sobre todo lo que me dijo Bric y a corregir ciertos fallos que yo reconozco como tales pero que me cuestan corregir. Soy muy tímido por naturaleza, aunque últimamente he aprendido a manejar mi tranquilidad. Mientras otros se ponen nerviosos yo trato de no perder concentración aunque eso vaya a desmedro mío pues según Briceño para que no atuara "pilas". Bueno, no voy a tratar sino que por mi desarrollo emocional y personal, voy a tratar de hacer unos cambios a nivel personal y laboral, a buscar mi desarrollo emocional y personal que me permita tener absoluta confianza, si cabe la frase y el sentido que ésta encierra, en mí mismo...
1 comentario:
Bueno eso en realidad
de la "hipocresía" que mencionas,
y en mi opinión particula,
no es más que la
"Experiencia Laboral" que
tanto piden en las empresas.
Saber cuando decir las cosas
es importantísmo, mucho más
importante que aprovechar la oportunidad para hablar
mal de alguien.
Tu simplemente observa,
y habla en el momento que debas.
Saludos y mucha suerte.
Escuchando: Que Vida La Mia by Reik
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