En el almacén, el trabajo involucra tanto desgaste físico como mental. Sin embargo es el primero el que se siente con mayor fuerza y el otro viene por añadidura... Nunca me he caracterizado con ser un tipo con grandes aptitudes físicas: Mido sólo 1.68 y mi peso, con ropa y zapatos, roza apenas los 60 kilos. "El Loco" Espinoza, con una sonrisa de oreja a oreja, me llama "Lagartija". Imagínense lo que sufro cuando me mandan como apoyo al sótano y en donde tengo que levantar televisores de 29 pulgadas, bueno, es un decir que tengo que "levantar algo" pues para suerte mía tengo amigos que hacen esa labor, los veo sudar la gota gorda, y a mi me dejan las tareas "más fáciles" como revisar que el aparato de televisión esté completo, es decir, que tenga dentro de la caja el control remoto y la antena como la del Chapulín. Obvio que todos me molestan cuando me ven con un scanner, bromeando, con que me puedo "herniar" por sostener entre mis manos o colgado en mi pecho un aparato que apenas llega al kilo o menos, bueno es una tarea en apariencia sencilla pero con mucha responsabilidad. Esta mañana, en mi zona, tuve que levantar una caja conteniendo ollas que pesaba mucho teniendo como fondo las fuertes risotadas de Bric viéndome en apuros. Pues entre otras tareas tengo que "alimentar" al personal con la mercadería que tienen que chequear. Recibimos muchos proveedores al día y obvio que mucha mercadería, sin embargo está viene a veces incompleta por lo que el chequeo, dependiendo del proveedor, resulta obligatorio en un 100% en el caso de proveedores con problemas de faltantes. A otros proveedores sólo se se le chequea la mercadería al 50% por ciento y son pocos los que se le revisa al 10%. Generalmente esa mercadería a revisar tiene que se localizada en un lugar intermedio antes de ser enviada a la sucursal o tienda respectiva. Yo me encargo localizarla y luego repartirla entre la gente encargada del chequeo. Muchos de ellos creen que mi labor es sencilla. Me he vuelto rápido en el uso del scanner y nunca falta mercadería a revisar en la estación de trabajo. Una vez que la mercadería ha sido chequeada yo me encargado de "disponerla" (mediante el uso del scanner) y enviarla a la puerta donde los camiones la llevan a la sucursal respectiva. Llevar la mercadería a la sucursal respectiva es técnicamente una tarea fácil pero la cantidad de mercadería que se mueve y siendo yo, algunas veces, el único que la lleva a la sucursal respectiva tengo que hacer muchs viajes, apoyado de un "pato" mecánico trasladando la mercadería. Me sentiría feliz si usara unas cómodas zapatillas pero tengo que hacerlo enfudando en un jean de mezclilla y unas pesadas botas con punta de metal. A pesar del frío, sudó mucho por el trabajo y al final del día terminó con los pies ardiendo.
Ayer, Viernes, llegó mucha mercadería para otras zonas y tuvimos que trasladarla con los "patos" (herramienta mecánica para levantar mucho peso). Me dieron una faja que, junto con el uniforme, me sirve en muy poco pues prácticamente no me ajusta, soy muy delgado. Salimos a las 6 de la tarde con la lengua afuera.
Esta mañana el trabajo estuvo suave, relativamente suave. El jefe nos dejó salir a las 12:30 del mediodía con el fin relajarnos jugando fulbito en una canchita cerca del almacén. Los partidos resultaron comiquísimo pero yo fui el centro de las principales burlas pues me salían unos goles increíbles y perdía goles prácticamente en la raya como aquella jugada en que mi jefe me cedió un balón en la puerta del arco que no pude dominar y que al final se me escapó por la línea de fondo y lejos del arco. No sé qué me pasó parecía más fácil hacerlo que errarlo y yo hice la más difícil.Para ser mi primera vez que juego con este grupo no lo hice nada mal pues en tres encuentro hice 8 goles. No soy un gran jugador pero aparezco el momento menos esperado pateando el balón a cualquier parte, o recogiendo un rebote, pero que por obra de un milagro termina dentro del arco rival. Ganamos dos de tres y no está mal. Al final, Bric y yo nos retiramos y los déjamos discutiendo sobre la "casa" del próximo encuentro a jugarse.
Ayer, Viernes, llegó mucha mercadería para otras zonas y tuvimos que trasladarla con los "patos" (herramienta mecánica para levantar mucho peso). Me dieron una faja que, junto con el uniforme, me sirve en muy poco pues prácticamente no me ajusta, soy muy delgado. Salimos a las 6 de la tarde con la lengua afuera.
Esta mañana el trabajo estuvo suave, relativamente suave. El jefe nos dejó salir a las 12:30 del mediodía con el fin relajarnos jugando fulbito en una canchita cerca del almacén. Los partidos resultaron comiquísimo pero yo fui el centro de las principales burlas pues me salían unos goles increíbles y perdía goles prácticamente en la raya como aquella jugada en que mi jefe me cedió un balón en la puerta del arco que no pude dominar y que al final se me escapó por la línea de fondo y lejos del arco. No sé qué me pasó parecía más fácil hacerlo que errarlo y yo hice la más difícil.Para ser mi primera vez que juego con este grupo no lo hice nada mal pues en tres encuentro hice 8 goles. No soy un gran jugador pero aparezco el momento menos esperado pateando el balón a cualquier parte, o recogiendo un rebote, pero que por obra de un milagro termina dentro del arco rival. Ganamos dos de tres y no está mal. Al final, Bric y yo nos retiramos y los déjamos discutiendo sobre la "casa" del próximo encuentro a jugarse.
2 comentarios:
8 goles?
Nada mal my friend!
Nada mal
Gracias por los buenos
deseos.
Eres muy amable
Un abrazo
Escuchando: Forgive by Reina
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