domingo, diciembre 31, 2006

"Un mejor año nuevo..."


Cuando tenía 16 años creía ser el amo del Mundo, como Leonardo di Caprio en la proa del Titanic (obviamente antes del fatal desenlace) sintiendo una fresca brisa acariciando mi mejillas y cabellos ... Era uno de los primeros alumnos de la clase, siempre serio, y confiando, a pies juntillas, en aquel dicurso de entrada de los lunes por la mañana dicho por el menudo director del centro educativo. Con el pelo entrecano, la nariz pequeña y respingada, los ojos saltones como los de un gnomo travieso, el director, con emotiva y aterciopelada voz hablaba, ademanes estudiados y pausas adrede de orador ducho para captar el interés, a un público netamente juvenil (las secciones de tercero a quinto): "Uds. son el futuro... Ad portas del año 2000..." y otras frases pre-hechas que resultaban motivadoras para quien estuviera atento al mensaje.

Creo que a partir de ese momento empecé a pensar seriamente en el futuro y el porvenir, al principio tenía muchos sueños, tenía a flor de piel el romanticismo de Lennon como en su canción "Imagine" y otras cosas que con el transcurrir de los años he ido perdiendo... Pensaba que llegado el año 2000 muchos cambios se iban a dar, imaginaba una ciudad futurista y ordenada pero creo que me equivoqué. El paso de los años, las experiencias de vida me fueron demostrando que Lima era realmente la ciudad del "monstruo de las siete cabezas"que mencionaba en su cuento Enrique Congrains, una ciudad que no se detiene nunca y al menor descuido uno puede perder hasta la cabeza... Impera la filosofía del más "vivo", nadie quiere hacer el papel de tonto así es que se esfuerzan por aprovecharse de los demás de maneras sutiles u otras veces de manera grosera.

Yo conservaba, a los 16, la inocencia de una persona que no se había enfrentado al Mundo. Recuerdo que cuando ingresé a la Universidad fue mi madre la que me acompañó a la cuatricentenaria, la mayoría de chicos estaban allí sólos y yo al costado de mi madre, aunque para tranquilidad mía no era el único. En la fiesta de cachimbos se vio la diferencia, yo estaba totalmente apocado en un rincón con algunos amigos mientras que el resto daba rienda suelta a su alegría. Creo que muchas represiones manejaban mi conducta y desempeño. Venía de un hogar donde las cosas eran en blanco y negro, o bien una cosa era buena o bien era mala... La cantidad de cosas malas, a saber, superaba a las buenas y parametraba cualquier acto mío. Creo que por mucho tiempo fueron las represiones las que manejaron mi vida hasta que el paso de los años, la propia vida, me llevó a experimentar muchas cosas. De hecho me enfrenté a un mundo frío y sólo la amistad, las buenísimas personas que he tenido la suerte de conocer, me ayudaron a soportar. Definitivamente, este mundo no es para románticos. Me cansé de arrepentirme de las cosas que no había hecho... Juanita, una amiga de la Universidad, en las largas charlas "psicoanalíticas" que solíamos sostener me dijo una vez: "Tú jamás te equivocas o pierdes porque jamás arriesgas..." pero yo me mostraba soberbio en mi burbuja tratando de rebatir todas y cada una de sus opiniones hayando siempre la excusa perfecta para mantener mi estilo de vida en la periferia. Extraño a Juanita y a sus frases agudas, hirientes, pero tan ciertas... Lo último que supe de ella es que se casó con un gringo y que ahora vive en La Florida.

Recuerdo la fiesta de año nuevo en la casa de Charito a la que fui con mi hermana Paty, que ahora está en Argentina, y que tuve que abandonar a la media hora cuando recién empezaba pues mi hermanita puso una cara terrible diciéndome que estaba aburrida la reunión y que los chicos le parecían viejos y aburridos, también... Esa noche Charito estuvo realmente linda, sensual y encantadora, moviéndose al compás de la música...

Creo que mi paso por la Universidad no dejó huellas a nivel académico pero si a nivel amical. Ramiro, después de nuestros partiditos de los sábados por la tarde, me dijo seriamente que pensara qué hacer con mi vida pues veía que no tenía un destino claro por mis constantes inasistenicas y pésimas notas. Lo escuché ciertamente pero no le hice del todo caso. En lo sucesivo prefería cambiar de tema y mantener mi autodestructivo sentido de vida.

Año 2006, hoy, me arrepiento de muchas cosas que deje de hacer por dejadez o estulticia, y a veces siento que toda una vida entera no me alcanzaría para llenar tantos vacíos. Hoy, vivo el presente, vivo el día como si fuera el último, trato de dar mi mejor esfuerzo pero siento que puedo dar más, que tengo que alcanzar más cosas para aplacar mi sed de reinvindicación, no con los demás sino conmigo mismo.

En mi vida he conocido a muchas personas que han hecho más llevadera mi vida y recogiendo una frase que publicó Marilya en su blog dire que: ""Nada en mí es original. Soy el esfuerzo combinado de todas las personas a las que he conocido". Quiero desear a todas las personas que he conocido a lo largo de toda mi vida un mejor año nuevo y arrepiéntanse por las cosas que hicieron... ;)

viernes, diciembre 29, 2006

"No es más que un hasta luego..."

Hubiese deseado que sólo fuera una broma por el día de los inocentes pero, fue ayer, lejos de serlo fue una dura realidad que nos golpeó de manera inmisericorde e inesperada, una dura realidad que no reconoce amigos ni vive de recuerdos... A cuatro chicos que llevaban en la empresa un buen tiempo les fue informado (a excepción de Roy y Mandujano que no vinieron hoy) que ya no se les renovaría contrato para el próximo año, una forma muy sútil de decirles que ya no los querían más dentro de la empresa. Se esgrimieron razones valederas para tal decisión: errores que opacaron muchos esfuerzos desplegados hasta hoy. Por ejemplo Tito, a pesar de que no lucía era el que mayor trabajo efectivo realizaba, muchas veces en desmedro de su gruesa figura lo vi bajando enormes y pesadas cajas y acomodarlas rápidamente en una parihuela, pero un par gruesos errores terminaron por colocarle la cruz para llegado el momento enviarlo a casa. Lo voy a extrañar, me llamaba la atención su agilidad mental y su agudo sentido del humor, jamás se dejaba pisar el poncho por nadie y creo que eso también pesó en la decisión final. Hoy en la mañana le estuve haciendo muchas preguntas y me las respondió gustosamente, es más hasta me dijo que si tenía algo más que preguntar, es raro encontrar en este lugar persona más asequible y bonachona... Roy, siempre activo, era un tipo al que le resultaba imposible estar quieto y callado, y fue su propia hiperactividad la que le jugó una mala pasada. En la mañana se divertía alucinando un harém lleno de chicas vestidas como agentes de seguridad... Aldito, callado, aparentemente, pero peligroso cada vez que hablaba; belicoso, jodido, en fin un pata que me recomendó no tener amigos en el almacén, es más me dijo alguna vez que por sobrevivir a una situación sería capáz de "lanzarme" (acusarme, delatarme) a mí... Mandujano, siempre risueño pero ya estaba en la mira por un par de errores tontos e insalvables. Se vienen muchos cambios, sólo espero que estos cambios no afecten el trabajo de la zona aunque eso es lo último en que pienso en este momento...

jueves, diciembre 28, 2006

"Cruel Día de los Inocentes"


Se comunica que por reducción de personal las siguientes personas han sido cesadas:

- Crispín Insapillo
- Elvis Huarcayo
- Paquito Pastarollo
- Doug Rivadeneyra

Asimismo se recuerda que deberá solicitarse a dicho personal la entrega del fotocheck y la tarjeta de marcación.

Atte.

Claudio Bresani



No recuerdo el contenido exacto del mail pero más o menos se refería a lo mismo... Acabada la jornada de trabajo convocaron a una reunión urgente y con gesto adusto, algo frío, Parko comunicó a todos el tenor de aquel infame mail. Parko y Robert cumplieron a cabalidad el papel de insensibles verdugos, hasta Abelito, uno de los más antiguos y cuasi serios de la zona, se presentó en el momento preciso para poner su cuota de crueldad con algunas gotitas de sadismo... Los chicos que formaban parte de la lista se quedaron fríos, petrificados, incrédulos... Elvis, siempre resignado a las peores noticias, dejó escapar un resplandor de sus ojos. Doug, siempre jactancioso, aceptó con inocultable resignación la decisión tomada. Crispín, serio, sin esa sonrisa burlona con la que me estuvo atormentando toda la mañana se mostraba callado y rígido como un poste al lado del escritorio. Paquito, siempre indómito, se mostraba reacio a aceptarlo. De uno a uno iban entregando el fotocheck y la tarjeta de marcación... Me sentí afectado por la decisión y la forma como los encargados de comunicarla lo habían hecho. Los chicos mencionados se mostraban sin reacción. "Huarcayita" parecía a punto de llorar y yo no pude permanecer un instante más en aquel enrarecido ambiente y opté por retirarme de allí sin mirar atrás. No pasaron ni tres minutos cuando estruendosas carcajadas estallaron de pronto y caí en cuenta de que todos habíamos sido víctimas de una broma por el día de las inocentes. Los "afectados" aún no recuperaban el aliento y más cuando todos hacían mofa de ellos...

El día de los inocentes tuvo un origen trágico, todos recuerdan la matanza ordenada por Herodes de los niños menores de dos años con el fin de hallar y darle un cruel destino al mesías... Son muchas las sociedades que han "institucionalizado" y distorsionado este hecho histórico hasta darle una connotación distinta. E incluso medios informativos "serios" se prestan para soltar una "noticia sorprendente" como de sorprendente tuvo aquel apócrifo mail que rodó de mano en mano, como si quemara y como si hubiese sido firmado por el mismo diablo... Al final, "todos (!Sí como nó!), sí, todos, se habían dado cuenta desde un principio" de la broma y no quería asumir el papel de idiotas que había desempeñado con una excelente performance, y me enteré de algunos otros detalles como que mi nombre iba a ser añadido en la lista pero que al parecer pesó más la amistad o el temor a que despotricara de ellos en éstas líneas... Je je je


lunes, diciembre 25, 2006

"¡Feliz Navidad!"

No fue la mejor Navidad de todas las que me ha tocado vivir pero no puedo negar que aquel manto de ilusión que se cierne, por estas fechas, sobre los más pequeños se mantiene intacto. Los adultos podemos quejarnos de muchas cosas, de tener "x" cantidad de problemas pero no debemos involucrar en ellos a los más pequeños... El sentido de la Navidad no se encuentra en los regalos pero explíquenle eso a un niño que los espera tanto como si se tratase de su propio cumpleaños. Hace más de dos mil años nació un niño en las condiciones más humildes que puedan imaginarse y sin embargo, hoy, su mensaje de amor y enseñanzas morales es recogido por millones de personas de las sociedades más disímiles aunque adecuándolos a su propia idiosincracia y, ¿por qué no?, conveniencia... Por más cristianos que nos consideremos y por más golpes de pecho que solamos darnos en una iglesia no somos consecuentes con el mensaje cristiano, no somos cristianos en el sentido estricto de la palabra pues persisten comportamientos egoístas e hipócritas que se condicen con la conducta de un "verdadero cristiano": Hacemos el mal sin mirar a quien... Pero no es el caso recordar ahora comportamientos ingratos sino destacar los buenos ejemplos y las mejores acciones. Un gran saludo por estas fiestas a todas las personas en cuyos corazones el sentido de la Navidad vive todo el año... Cuando pienso en la Navidad me vienen a la mente sonrisas infantiles y ojitos ilusionados cada vez que un regalo es abierto...










Vero, Kari, Vale, mis tres hermosas sobrinas, son mi mejor regalo de Navidad... ¡Feliz Navidad lindas!

(La canción favorita de Vero: "Do-re-mi", The sound of music, 1965)

viernes, diciembre 22, 2006

"Un día de furia..."

Es una constante que en mi zona de trabajo la dinámica sea ardua y vertiginosa, la idea es que toda la mercadería esté en la puerta de salida, lista para ir a las sucursales de una importante tienda de departamentos, antes de la una de la tarde. En los últimos días el volumen de mercadería ha descendido notoriamente como también la cantidad de operarios destinados al control de calidad por lo que el esfuerzo que tenemos que desplegar es el mismo de siempre. Después de las doce del día, generalmente, termino agotado pues soy el encargado del traslado de mercadería a un grupo humano que me recuerda más a una jauría salvaje e insaciable... Y también tengo que soportar las impertinencias de algunos y como no suelo ser, casi siempre, el rey de la paciencia suelo estallar con facilidad. En más de una ocasión he querido mandar a la mierda a Walt y a sus sugerencias trasnochadas y acomodaticias pero esta tarde estallé como un pichín pues Lorenzo, un antiguo trabajador, grosero hasta el tuétano y que siempre intenta hacerse notar a través de sus burlas hacia los demás me puso un sobrenombre que no fue de mi agrado en lo más absoluto. Contraviniendo mi habitual naturaleza le menté la madre y lo mandé a la mierda, en ese orden. La adrenalina producida por la chamba hizo que soltara todo aquella retahíla de lisuras como una forma de catarsis... Yo soporto las bromas de mis compañeros pero no de aquella persona a la que no le he dado muestra alguna de amistad porque no parece una persona confiable y representa, para mí, el prototipo de la hipocresía en su más pura esencia. Lo mandé a la mierda y no arrepentí, aunque después Fabián, con su siempre resabida calma me dijo que no debería hacer caso a los comentarios mal intencionados pues él también ha sido víctima de los mismos y que es mejor no prestarles atención. Sin embargo, luego que estallé una gran calma me invadió y hasta puedo asegurar que me sentí más relajado que nunca y con una incontenible energía capaz de mover al almacén con sólo la fuerza de uno de mis flácidos brazos...

En la tarde nos mandaron de apoyo a otra zona, las repentinas caídas del sistema nos dio espacio para conversar y relajarnos con el siempre carismático y ocurrente Tito, los chispazos de Parko, la inocencia casi infantil de Gunther y el desenfado de Robert. El trabajo fue rápido y fácil, las pausas largas y divertidas. Eso sí terminé el día "Exhausto"...

jueves, diciembre 21, 2006

"Betortiz"

Su paso cadencioso, mirada fluctuante entre pensativa, indiferente y curiosa, y con un parecido más que grosero, irreverente, profano, como dos gotas de agua en lluvia de invierno con Beto Ortiz hacen que el morbo y la abusiva crueldad de las masas se concentren en su persona. La primera vez que lo ví estaba empujando cajas desde la parte más alta del sorter para cada una de las sucursales. Lucía serio, sereno, curioso... Los chicos de mi zona que no dejan pasar una, notaron, rápidamente, su extraordinario parecido con Beto Ortiz y apenas sentían su presencia le lanzaban miradas lascivas, perversas, comentarios susurrados, y un ensordecedor silbido con la tonadilla de la canción de apertura de aquel programete de hace unos años atrás dirigido por el periodista, escritor y columnista Beto Ortiz que cubría de norte a sur, de este a oeste, el espacio aéreo del almacén. Muchas sonrisas en derredor y "Betortiz" un tanto turbado, indagando con la mirada de dónde pudo haber salido emergido aquel fuerte silbido retomaba de a pocos su postura inicial sin mostrar molestia ni incomodidad. Parecía callado, reservado. Estuvo muy poco tiempo en esa zona y fue cambiado. Sin embargo, es cosa de todos los días verlo desfilar tirando de un par de carrozetas repletas de ropa llevándolas a su antigua zona de trabajo. Robert, Paquito o Rovegno, azuzados por Parko o Tito, son los encargados de darle la bienvenida con aquella tonadilla pegajosa, hilarante, en la voz de Yma Sumac (cuyo video y música, gracias a Youtube, incluyo al final de este post), y que es celebrado por muchos. Me resulta imposible no sonreir y notar como "Betortiz" conserva la compostura.

De a pocos, "Betortiz", se ha ido "soltando la trenza"... Un hecho anecdótico demostró con certeza que su gusto sexual se orienta hacia el género masculino... Gunther y Parko, a la hora de salida, se encontraban tomando una ducha fresca después de una agotadora jornada de trabajo y no se percataron que estaban siendo observados, muy atentamente por "Betortiz". Su mirada curiosa enmarcada bajo unas gafas de grueso armazón negro no podían ocultar su excesivo interés por la desnudez masculina y en especial por Parko que, según parece, ha sido favorecido por la naturaleza y por Dios de una bien proporcionada, o desproporcionada, "herramienta" para exclusivo uso femenino, o tal vez no tan exclusivo... Parko es joven y los caminos de Dios, misteriosos... "Betortiz", puesto al descubierto no hizo más que sonreir con gesto afeminado y Parko no tuvo mejor idea que mostrar, con deleite y forzadamente, su naturaleza al desnudo.

"Betortiz", ahora, al recibir los silbidos y las mofas no hace más que sonreir y mostrarse tal es : deshinibido y con ganas de ser como es, sin más ni más... Hasta he notado a Tito buscarle la mirada... Dios perdona el pecado más no el escándalo ¡éh!...

martes, diciembre 19, 2006

"Navidad en la arena..."

El Domingo entero lo pasé en casa de mi hermana, la cual se encuentra ubicada en el distrito de Villa el Salvador, una zona populosa que emerge, como un oasis, del arenal con una fama dispar... Creo que tanto en verano como en invierno suelo padecer al caminar por sus calles, no hay veredas ni pistas en muchas zonas o si las hay éstas se muestran abruptamente truncas; sólo las avenidas principales cuentan con asfaltado. En invierno los vientos helados mezclados con la brisa marina me calan hasta los huesos generándome, a su vez, frecuentes y exasperantes carrasperas, y en verano el calor incesante que se concentra en la arena hace de la más corta caminata la más cruenta e insufrible Vía Crucis...


Apenas llegué y vi a mi hermana lidiando con sus pequeñas hijas para enviarlas, a ellas solas, a la chocolatada de la menor. No podía permitir que salieran solas por más que mi hermana dijera que Vero ya tiene diez años, una edad prudente para hacerse responsable de la pequeña Karina de 6. Igual insistí y terminé por llevarlas yo mismo al colegio, lugar donde se llevaría a cabo la chocolatada. Sin embargo, al llegar al portón principal del colegio, nos encontramos con una larga cola y mucho desorden por lo que decidí, contando con la aprobación de las niñas, y para no desilusionar a la pequeña Karina, que esperaba un regalo junto con la chocolatada, llevarlas al mercado para comprarles, de manera adelantada, los juguetes que ellas quisieran, obviamente ajustándome al presupuesto de mi nada holgada economía. Abordamos una mototaxi que nos llevó hasta el mercado de Velasco que se encuentra por la ruta C. Un olor nauseabundo surgía de un desagüe colindante a un campo de fútbol ubicado en las proximidades del mercado. Frente al mismo se encontraban apostados decenas de vendedores ambulantes que copan las orillas de las pistas dejando muy poco espacio para el tránsito de las personas. Generalmente venden allí artículos usados, otros en estado calamitoso y hasta "inservibles"... He visto que venden cintas de VHS, Beta y hasta celulares de la época del Rey Pepino. De vez en cuando he encontrado entre los cachivaches algunos buenos libros, como aquel de las "Tradiciones peruanas" por el que sólo pagué dos soles y "Sartoris" de William Faulkner, en perfecto estado, y que me costó tres soles el ejemplar. A mis sobrinas les compré, en varias ocasiones, cuentos y libros con adivinanzas y trabalenguas para que se distraigan. Pero ésta vez el caso era distinto pues tendría que acatar el pedido de las niñas pues se supone que la Navidad es para los niños y no me considero tan ruín como para arruinarles el "sentido" de la Navidad por más que mis pensamientos me conduzcan, con mediana certeza, a considerar a éstas fiestas como algo meramente comercial.

Karina escogió un juego de cocina y Vero lo mismo, y pensando en Valeria que se encontraba en caso me sugirieron que le comprase una muñeca con una ajuar completo. La gracia, a pesar de mis malos presagios, no se salió de lo presupuestado por lo que pude respirar con alivio. De camino a casa, cruzando arenales como beduínos en el desierto, estuvimos jugando con la cámara del celular. Verónica lucía sus mejillas coloradotas y sus pecas casi imperceptibles. Karina, blanca, pálida, casi transparente parecía no sufrir los estragos del asfixiante clima ni por asomo. Pasamos por el colegio y aún había gente agolpada en las puertas y niños saliendo contentos llevando entre sus manos un juguete de a sol.

jueves, diciembre 14, 2006

Nunca están de sobra un "por favor" y un "gracias"...

Se siente distinto, raro, como diría una muy querida amiga, no haber asistido hoy al gran almacén, molestias estomacales, que parecen ser un mal endémico en el trabajo, se confabularon para romper con mi línea de responsabilidad autoimpuesta: No llegar tarde, no faltar... Recuerdo ahora una frase que me decía mi padre: "Primero es tu salud...", aunque él obviamente le daba una connotación distinta pues con pícara mirada hacía alusión a bebidas alcohólicas de las que no soy devoto, claro que una pequeña copa de vino en la cena no se la voy a desdeñar a nadie pero, por supuesto, dejando de lado cualquier exceso, allí entran en juego mi criterio y mis represiones... Sólo dos veces en mi vida he sentido los estragos de las bebidas non santas, experiencias como las padecidas prefiero dejarlas en el olvido porque nunca me he sentido tan tonto en mi vida.

Un ardor en el estómago, deposiciones frecuentes y suaves, dolor abdominal, gases, me sentía hinchado como un sapo, son los síntomas que presento. Esta mañana, pasadas las siete, me dirigí al Policlínico de Essalud ubicado en la residencial Los Próceres, Surco. La noche previa había hecho una llamada, a golpe de las siete y media, solicitando una cita pero por ser la primera que me atiendo en esa institución estatal me conminaron, una señorita con voz muy amable, acercarme a la oficina de admisión, con mi DNI, para crear mi historia clínica. En la puerta de entrada se enontraban dos agentes de seguridas, vulgarmente conocidos como guachimanes, quienes me solicitaron mi DNI a la vez que me indicaron el camino, al fondo a la derecha, a la oficina de Admisión. Sin embargo, para desconcierto mío vi un pequeño pasillo atestado de personas de la tercera edad, sólo habían un par de personas que hacían las veces de compañía de la personas mayores y al final de la "cola" (una costumbre muy peruana) había una señorita vestida de negro a quien le pregunté por la oficina de admisión pero no me dio razón alguna. Volví a la entrada y le dije al "guachimán" (variante de watchman) lo que había visto y me recalcó que ese era el lugar que buscaba. Mientras esperaba que la ventanilla de atención se pusiera en marcha me puse a jugar con "El Príncipe de Persia", un juego que descargué a mi celular y del que me declaro adicto desde su versión primigenia que jugaba en una computadora que tenía sólo 512 de memoria KB y 52 megas de disco duro... Todavía no termino de acostumbrarme a los pequeños botones y me quedé en el segundo nivel. Una señorita, de cabellos ensortijados y húmedos atravesó, muy de prisa, el pasillo y la cola se desmembró pues los que buscaban una cita corrieron para formar una cola, más compacta, los nombres de los ancianos que se encontraban en la sala eran mencionados por los consultorios adyacentes. Habían, alrededor, muchos afiches recomendando atención preferencial y respeto a personas discapacitadas pero lo primero que tuve que ver fue el maltrato que recibió una persona mayor apoyada en una muleta... La señorita de cabellos ensortijados peleaba con el teclado de la computadora, la tecla Enter parecía no responder a las pulsaciones pues la golpeaba repetidas veces y con gran fuerza. Atendió al mencionado señor y le dio una cita para el sábado pero el señor dijo que no podía ese día pues tenía que ir a cobrar su pensión y la señorita, cortante, le dijo que tenía que hacer nuevamente su cola. El señor reclamó aduciendo era una persona con muletas pero la señorita parecía no oirle y lo mandaba a hacer su cola nuevamente. Le tocaba el turno a una joven señora que tuvo que recordarle a la señorita de Admisión que la atención era preferencial para personas con algún tipo de problema físico... La misma señorita con una semblante mas amable me atendió rápidamente, le rogué que me diera una cita para el mismo día y me dia una para el mismo día, hoy, a las seis de la tarde en un consultorio externo. Junto con la cita me dio un pequeño croquis que seguí apenas salí del policlínico para no perderme en el camino en la tarde. Tomé el camino largo y bajo las indicaciones de un amable señor di con la dirección teniendo que pasar por callejones no muy agradable. De salida tomé una ruta alterna y salí cerca a la urbanización los precursores. Ya tenía definida mi ruta para más tarde entonces, tomaría ese atajo...

Éstos días la carga laboral ha estado pesada, ingresó harta mercadería. El sábado nos quedamos hasta las una de la mañana. El lunes salimos temprano, el martes y miércoles nuevamente volvió el trabajo rudo. El miércoles pedí permiso a Juan para retirarme a las seis y me dejo ir sin problemas y recomendándome que me cuidara. Nadie se enteró porque sino la alharaca y los abucheos habrían sido intensos. Total ya estoy acostumbrado a los "lances". Un "lance" es cuando alguien de manera maliciosa te pone en evidencia para bajonearte... "Áhhh la...", es la expresión dicha a viva voz más frecuento para dejarte mal ante el resto o el poco tino de algunas personas a la hora de pedir las cosas. Nunca están de sobra un "por favor" y un "gracias"...

domingo, diciembre 10, 2006

"Una historia de fantasmas"

(Corregida y aumentada)

Los abuelos Teófilo y Demetria, y las demás personas habitantes de la antigua casona familiar, esperaban con mucha emoción la llegada de un nuevo nieto. Tía Rosa, la mayor de las hijas mujeres, bordeaba ya los nueve meses de gestación. En casa de Rosa, Rubén, su esposo y sus menores hijos esperaban más que ansiosos el alumbramiento. Rosa empezó el trabajo de parto de manera normal. Una comadrona la asistió y dio a luz una hermosa bebita pero empezaron las complicaciones. Rosa se desangra. El pánico se apodera de todos en su casa. El desorden cunde. La hemorragia es incontenible. La bebé es envuelta en una sábana, puesta en un cesto y bajo la cama. La atención se encuentra centrada en Rosa. Los hermanos de Rubén corren a llamar a los padres de Rosa. Afuera, llueve muy fuerte. El camino se encuentra completamente anegado. Sus pasos son difíciles y en falso. Después de sortear mil y un charcos llegan a la casa de los abuelos, completamente mojados, golpean la puerta fuertemente. Alarmados los de dentro, abren presurosamente en espera de nuevas. Los abuelos y sus hijos mayores corren a casa de Rosa . Sólo las pequeñas se quedan en casa.

Las pequeñas (Herminia, Demetria, Celestina y Joaquina), entre 4 y 8 años, quedaron sorprendidas por la premura de los abuelos y de sus padres. Intentan seguir con sus juegos infantiles pero no ya no les hallan gracia. La preocupación les invade. La espera es larga y angustiosa. Ya han pasado varias horas horas desde que se fue la tata con el abuelo. La lluvia cae, golpeando el tejado, de manera sostenida y monótona, el olor a tierra húmeda penetra por las ventanas. Está oscureciendo. Una tristeza profunda ha penetrado en sus entrañas. La oscuridad invade la casa. La noche les aterra. La lluvia parece haber desaparecido con la oscuridad..., las gotas caen de manera espaciada y un ruido diferente, distinto, les pone los pelos de punta...

...Los abuelos, sus hijos y los hermanos de Rubén corren a casa de Rosa. Evitan los charcos grandes. Se encuentran totalmente empapados. Un objeto oscuro, delante, les lleva ventaja. Detienen de manera intempestiva su marcha para ver lo que parecen una sábanas, en media de la oscuridad, con forma humana que flamea y avanza hacia la casa de Rosa. No pueden creer lo que ven sus ojos, pero reinician la marcha. Al llegar a la casa les espera una infausta noticia...

Las niñas sienten un ruido fuera de casa. Corren a una habitación y se esconden bajo la cama.. El ruido de la puerta al abrir les hace sudar frio. Cierran sus ojitos y permanecen juntas, muy juntas, temblando. Se siente pasos que se acercan al umbral de esa puerta... parece que se detienen... continúan hacia la cocina... ahora se escuchan en la cocina... de pronto un "llanto" (o lo que parece uno) se escucha. Se siente claro, muy claro, agudo, triste, muy triste. Las niñas están aterradas. El tiempo no pasa y el "llanto" no cesa. De pronto un portazo. Lanzán un grito al unísono. Son presas de la desesperación ... Eran los abuelos. Las niñas los abrazan. Temblando y llorando. Los abuelos les informan que la tía Rosa ha muerto. Las niñas lloran, pues la querían muchísimo. Y preguntan por el bebé. Los abuelos no supieron que decir. ¡Cielos! ¿Dónde está el bebé? Los abuelos regresaron a casa de Rosa (esta vez llevaron a las niñas) y preguntaron por el bebé. Se encontraba debajo de la cama, desnuda y sin emitir sonido alguno. Los abuelos cargan a la bebé, pensaba que también había muerto, pero no era así. Gruesas lágrimas recorren sus mejillas. La pequeña Rosita no entiende que pasa. Los demás en la casa lloran de manera desconsolada.

Una de las protagonistas, Herminia, mi madre, me contó esta historia...

viernes, diciembre 08, 2006

"¿Quedamos como amigos?"

Nuestros cuerpos entrelazados, sudorosos, brillantes, se movían al ritmo de una pasión, enturbiada, sumida en el hastío y en la cruel rutina de la que he huído toda mi vida. Ya no era lo mismo. No era la primera vez que estábamos juntos, definitivamente no, pero sería la última... No hallaba la frase correcta para decirle que ya no sentía lo mismo que antes, que aquella magia que hacía palpitar mi corazón se había esfumado de la misma manera como apareció aquella noche que, entre balbuceos, dudas y silencios interminables, le dije que me gustaba...

En nuestros largos paseos por las calles de Los Precursores le decía una y otra vez que me gustaba. Ella tomaba con cautela mis palabras y me pedía tiempo al tiempo y que sólo la paciencia determinaría al final el inicio de una historia entre los dos... Motivado por el ímpetu de mis años insistí tanto que teminé por convencerla, a ilusionarla, a que mis palabras sonaran como arrullo en sus oídos, a confiar y entregarse plenamente a un amor sin amor, de palabras vanas, a una relación más física que espiritual y como no se puede desligar una de la otra el final era previsible. Me enamoré de la forma y no del fondo y cuando caí en cuenta de esa realidad tuve que dar marcha atrás y tragarme mis propias palabras. "Cada vez que me buscas es sólo para acostarme conmigo...", me dijo en más de una ocasión pero yo le decía que me gustaba por su espontaneidad, su alegría, su desenvolvimiento y que era mi contraparte perfecta pero cada vez que repetía las misma palabras éstas me sonaban terriblemente vacías...

Hacíamos el amor dos veces por semana. Nos encontrábamos en el mismo paradero y de ahí enrumbábamos al hostal de paredes encaladas. Se mostraba sonriente. Besaba sus hombros y pechos con frenesí. Su piel suave, sus senos palpitantes, su vientre siempre desafiante y a la espera del deseado tirano despertaban mi líbido hasta niveles inconmensurables. Le hacía llegar a las nubes, al sétimo cielo, al paraíso esquivo... Sin embargo, aquella vez fue distinto... Bajo una ténue penumbra podía verle los ojos brillantes , y ella pudo notar la tristeza en los míos y me preguntó que si tenía algo que decirle. Parecía preparado para algo, ¿era quizás su sexto sentido en acción o era clara, desnuda, mi intención? Me mordí la lengua cobardemente y le dije que "nada". Nuestro encuentro fue silencioso, la tarde-noche era quebrada por tibios escarceos. No tuvo que exprimirme el cerebro buscando la mejor salida pues ella me facilito las cosas: "¿Quedamos como amigos? y yo le dije que: "Sí...".



domingo, diciembre 03, 2006

Desayuno Navideño


La celebración adelantada por Navidad estuvo espléndida salvo por algunos imponderables detallitos que pusieron de mal humor, y con razón, a más de uno pues no alcanzaron a desayunar y tuvieron que conformarse, a regañadientes, con un poco de bebida gaseosa por la mañana... Todos fuimos citados a las seis y media de la mañana; cuando llegué, cerca de las siete de la mañana, ya un enorme grupo se hallaba dentro a la espera de ganar una ubicación en las mesas, ex-profesamente, preparadas para el desayuno navideño. Fui al baño a ponerme las botas para completar mi uniforme cuando y salí me uní a mi grupo de amigos entre los que se encontraban Bric, Tito, Charapa, Parko, Aldo y otros que fueron apareciendo de espaciada y progresivamente.

Cuando dieron la orden para ingresar a la parte de la explanada acondicionada para la recepción todos se agolparon por ingresar. En la entrada una linda señorita, alta, con una carita de ángel, aunque, para mi gusto, demasiado delgada que vino a mi mente la palabra "anorexia" y ataviada con un vestido largo recibía los boletos y los introducía en una ánfora para el posterior sorteo. Apenas ingresamos nuestro grupo se partió y nos acomodamos en mesas distintas. Perdí de vista a muchos de mis compañeros. En mi mesa estuvieron Walt, Robert, Eddy y algunos chicos nuevos de otras zonas.

Un maestro de ceremonias con una voz estereofónica y un discurso cuadrado acompañada de una chica que había visto en televisión, para variar delgadísima, fueron los encargados de animar la velada que se inició con un breve discurso del Sub-gerente que tenía como tema el sentido de la Navidad, un discurso para mi apreciación dotado de enormes muestras de egolatría... Los maestros de ceremonia invitaron, como inicio del espectáculo, al cómico Hugo Salazar que con su humor fino y una rutina muy bien elaborada hizo las delicias del público asistente, todos reíamos, a mandíbula batiente, con sus "alucinaciones" mordaces de la "realidad peruana" y chistes de salón que dejaron pensado a varios incautos. Una manera muy agradable de despertar. La mesa que se hallaba llena de cubiertos, tazas y vasos se fue cubriendo de a pocos con cajitas blancas y una panetón pequeñito. Un cafecito caliente acompañó al sánguche que venía en la cajita. La mesa cercana se encontraba a la espera del desayuno y así continúo hasta casi el final...

Un grupo de chicas que trabajan en las oficinas administrativas desarrollaron una coreografía a ritmo de reaggeton. La verdad es que si el show de Hugo Salazar estuvo muy bueno por el fondo, el baile de las chicas estuvo muy bueno por la forma... Hermosas chicas, de lindas formas se movían frenéticamente al ritmo del pegajoso baile. La flaquita de cabello corto con una remera blanca que ponía al descubierto sus encantos captó mi atención. Se presentaron posteriormente dos representaciones: una se supone que humorística y otra un tanto dramática que no caló en mi gusto. La representación dramática que hago alusión estuvo representada por un chico y teniendo como recurso el monólogo e imágenes efectivistas me llevaron al fondo del patetismo extremo... Para cierre del show estuvo Guajaja que apelando a su ritmo y desvergüenza escénica, desbordante alegría terminó por despertar a todos. Nos "obligó" a pararnos y a bailar y aplaudir, bajó del escenario y pedía a la gente que bailase y si no lo hacían le decía, para deleite de la mayoría, "baila mielda...". Se paró frente mío para que bailase pero yo no bailo ni sobre brasas calientes y lo único que hice fue aplaudir hasta que la figura de ébano se moviera a otra parte. Las chicas sacaron a bailar a la plana mayor. Guajaja buscaba a chicos de color para que lo acompañen al escenario a bailar. Freddy, con un rictus de "¿por qué a mí? subió al escenario a dejar en evidencia sus dotes para el baile e incluso la morena, de prominentes formas, fue "elevada" al escenario y dio cátedra de como mover el "esqueleto" y demostrar que, sin importar las leyes de gravedad, todo negro tiene su ritmo. Con impresionantes movimientos de cadera, a pesar del sobrepeso, despertó la atención del público. Para finalizar el desayuno y cerca de las diez de la mañana, con algunos molestos por no haber alcanzado a desayuna, el gerente nos dirigió algunas palabras desde un punto de vista más empresarial...

Si me preguntan que es la Navidad yo diría que la Navidad es compartir, en un sentido amplio, poco, mucho, lo mejor...