domingo, marzo 23, 2008

¡Cómo duele crecer...!

En el plano laboral el día pintaba claro, sencillo, sin complicaciones pero fue manchado por una desatención mayúscula, no propia pero que igual me atañe, que me hizo enojar en grado superlativo... Lo peor de todo es que el responsable de estos hechos (porque fueron varios, por una sola persona, como eslabones de una larga y pesada cadena…) se reía, quiero suponer que nerviosamente, como si de una gracia se tratase. Obvio, como la llamada de atención no se la va a bancar él sino los responsables operativos, empezando por la mía testa, fácil ¿no?... Bric acudió a verme, expresándome solidaridad y pidiéndome que deslindara mi responsabilidad porque sabía que en otras ocasiones el culpable era uno sólo y como funesta coincidencia quien ocupaba el lugar que ahora tengo. Bueno, después de todo no podía ser un fin de semana perfecto…

Samuel, mi cuñado y carpintero de profesión, terminó de colocar unos estantes en mi habitacion como una forma de crear espacio visual y los resultados saltan a la vista, valga la redundancia. Antes lucía mi cómoda (mueble) atiborrada y ahora más despejada aprovechando artificiosamente las paredes de mi habitación.

Cuestión aparte es el clima. El bochorno que se siente mañana, tarde y noche es insoportable. De noche duermo como vine al Mundo..., pero con medias para no resfrirame por algún insidioso viento de madrugada colándose por la abierta, de par en par, ventana.

Este Domingo empezó con una mala noticia, gracias a Dios no pésima… Mi sobrino (casado con mi sobrina) sufrió un a aparatoso accidente con su motocicleta y de milagro vive para contarlo. Sufrió muchos golpes, rasguños y magulladuras. El casco de protección reventó como un cascarón de huevo fresco. Él fue llevado de emergencia a la clínica Maison de Santé y la moto a la chatarrería porque acabó hecha mierda... Decir te lo dije es tarde. El alcohol y la imprudencia siempre van de la mano… Nota mental: Si manejas no bebas y si bebes, invita… Me comuniqué con él, telefónicamente, hace cinco o seis minutos y en su voz sentía dolor, hasta me dolía oirlo. Nadie ha dicho que el camino a la madurez sea indoloro…

Mañana, para variar, descanso. Pero en la tarde, luego de recoger a “mis hijas” del cole tengo que ir hasta Miraflores a recibir un cursillo de capacitación. Regreso a las aulas universitarias después de varias años y espero no reprobar la materia… Llevaré una manzana al profe para evitar ir al "susti"…

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