viernes, enero 18, 2008

"Como un pescado... en la sartén"


Ahora sé lo que siente un pescado frito... Con el rey Sol no se juega y prueba de eso son mis piernas al rojo vivo después de retar al astro Rey en un no calculado día de playa.

Olvidé el bloqueador en casa y no sé me pasó por la cabeza que podía comprar allí mismo un bloqueador, ¡qué necedad!

Me recomendaron mucha cosas para combatir el ardor pero ninguna ha logrado disminuirlo un ápice, es más hasta parece que estuviese atizando un inclemente fuego en mis piernas. Lo de mis brazos es manejable pero lo de mis piernas es insufrible.

No sé por qué rayos se me dio por ir ese día a la playa (¿quizás las chicas?). Yo prometí no ir a la playa en mi vida por dos razones:

1) No soporto el Sol actuando directa o indirectamente sobre mi.
2) La arenilla marina apoderándose e instalándose de partes privadas y públicas... Hablo de mi espalda y de aquella parte donde ésta cambia de nombre y otras que no menciono porque esta página es apta para todo público... Nadie la lee.

Creo que por haber faltado a mi promesa estoy pagando las consecuencias. Me gusta el sonido del mar... pero un equipo de sonido y ver especies marinas en la tele o en el fondo de mi plato...

Mi rostro está enrojecido y ya empieza a descascararse. Es la última vez que voy con chicas a la playa, la próxima vez las llevaré a otra parte... No sean mal pensados ¡éh!, hablo de cine, pasear o sentarnos a vernos las caras...


¡No culpes a la noche, no culpes a la playa, no culpes a la lluvia...!

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