Flor Marchita
Sólo era suficiente decir "lo siento". Una sencilla disculpa habría bastado. Sin embargo, antepusiste tu orgullo y te negaste a aceptar lo obvio. Decidiste convertirme en tu esclavo, sin preguntarme... Estaba tan enamorado, que de seguro habría aceptado. Pero, fallaron tus maneras, te traicionaron tus impulsos. Impusiste tus gustos e ideas, sin tomar en cuenta los míos. Cruzaste el umbral de lo permitido y quebraste nuestra relación. Te sumergiste en una carrera desbocada por hacer y no sentir ¿Puedes amar sin sentir?
Tus lágrimas son vanas, tus disculpas tardías e inútiles. Ya, no siento, lo que sentí por tí algún día. No te guardo rencor, pero, tampoco pretendas olvido...
Después de muchísimas lunas vuelves a mi vida a imponerme que regrese contigo. No cambias. Ya no te amo. Los recuerdos que quedan son sólo cenizas irreconstruibles de un amor que se perdió en el pasado, en un laberinto de escaleras sin sentido.
No llores más, no me abraces, olvidé el sabor de tus labios. No te humilles, no vale la pena. No existe ninguna otra persona y no es necesario para estar seguro de lo que siento. Tu nombre de flor en mi pecho se marchitó.
(¡Uuuuy, me duele asumir que yo escribí esto alguna vez...)
Javier Alonso
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