martes, enero 22, 2008

"Algo huele mal en Dinamarca..."

Tenemos un gran grupo de trabajo pero últimamente se está partiendo por obra y gracia del encargado interino. Lo ha colocado entre ceja y ceja a Roi y a otros más, indisponiéndolos. Lo último que ha hecho no tiene nombre, ha colocado como aprendiz del cargo de mayor responsabilidad de la zona a un chico nuevo que ignora manejos y procedimientos, y que a la larga puede resultar contraproducente pues este muchacho aunque tiene buena predisposición es bisoño en estas lides pues no ha quemado etapas como otros que muy bien podrían estar a la altura del puesto. No le gustó nadita al Cachorro este cambio pues huele una movida que lo involucra a él y a mi mismo...

La cosas está clarísima, no es que quieran aligerar nuestra carga laboral sino ir preparando a otro para que tome nuestro puesto a fin de mes en que vencen los contratos. Nadie es indispensable, dicen... Menuda forma de motivar al personal. Yo no he avanzado mucho en el tema de los cuadros estadísticos que maneja El Cachorro y a este paso mi conocimiento va a ser deficiente y van dejar en claro mis falencias. Al Cachorro lo acusan de estar mucho tiempo sentado pero ignoran que ese puesto no admite otro modo de trabajo a no ser que trabaje sin silla... Ya se me está colmando la paciencia y mis ganas de seguir trabajando aquí disminuyen. Y como ya dije no les voy dar el gusto que me echen...

Pero todo parece juntarse, confabularse, para poner en tela de juicio nuestro trabajo. Hasta personas que aprecio mucho pero de manera inintencional han atizado la hoguera que parece haberse instalado en nuestra área. No los culpo pero me causa desazón...

No sé que esperar para mañana, quizás ir preparando un nuevo rumbo porque aquí mi ciclo parece a punto de cerrarse.

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