Cuando tenía 16 años creía ser el amo del Mundo, como Leonardo di Caprio en la proa del Titanic (obviamente antes del fatal desenlace) sintiendo una fresca brisa acariciando mi mejillas y cabellos ... Era uno de los primeros alumnos de la clase, siempre serio, y confiando, a pies juntillas, en aquel dicurso de entrada de los lunes por la mañana dicho por el menudo director del centro educativo. Con el pelo entrecano, la nariz pequeña y respingada, los ojos saltones como los de un gnomo travieso, el director, con emotiva y aterciopelada voz hablaba, ademanes estudiados y pausas adrede de orador ducho para captar el interés, a un público netamente juvenil (las secciones de tercero a quinto): "Uds. son el futuro... Ad portas del año 2000..." y otras frases pre-hechas que resultaban motivadoras para quien estuviera atento al mensaje.
Creo que a partir de ese momento empecé a pensar seriamente en el futuro y el porvenir, al principio tenía muchos sueños, tenía a flor de piel el romanticismo de Lennon como en su canción "Imagine" y otras cosas que con el transcurrir de los años he ido perdiendo... Pensaba que llegado el año 2000 muchos cambios se iban a dar, imaginaba una ciudad futurista y ordenada pero creo que me equivoqué. El paso de los años, las experiencias de vida me fueron demostrando que Lima era realmente la ciudad del "monstruo de las siete cabezas"que mencionaba en su cuento Enrique Congrains, una ciudad que no se detiene nunca y al menor descuido uno puede perder hasta la cabeza... Impera la filosofía del más "vivo", nadie quiere hacer el papel de tonto así es que se esfuerzan por aprovecharse de los demás de maneras sutiles u otras veces de manera grosera.
Yo conservaba, a los 16, la inocencia de una persona que no se había enfrentado al Mundo. Recuerdo que cuando ingresé a la Universidad fue mi madre la que me acompañó a la cuatricentenaria, la mayoría de chicos estaban allí sólos y yo al costado de mi madre, aunque para tranquilidad mía no era el único. En la fiesta de cachimbos se vio la diferencia, yo estaba totalmente apocado en un rincón con algunos amigos mientras que el resto daba rienda suelta a su alegría. Creo que muchas represiones manejaban mi conducta y desempeño. Venía de un hogar donde las cosas eran en blanco y negro, o bien una cosa era buena o bien era mala... La cantidad de cosas malas, a saber, superaba a las buenas y parametraba cualquier acto mío. Creo que por mucho tiempo fueron las represiones las que manejaron mi vida hasta que el paso de los años, la propia vida, me llevó a experimentar muchas cosas. De hecho me enfrenté a un mundo frío y sólo la amistad, las buenísimas personas que he tenido la suerte de conocer, me ayudaron a soportar. Definitivamente, este mundo no es para románticos. Me cansé de arrepentirme de las cosas que no había hecho... Juanita, una amiga de la Universidad, en las largas charlas "psicoanalíticas" que solíamos sostener me dijo una vez: "Tú jamás te equivocas o pierdes porque jamás arriesgas..." pero yo me mostraba soberbio en mi burbuja tratando de rebatir todas y cada una de sus opiniones hayando siempre la excusa perfecta para mantener mi estilo de vida en la periferia. Extraño a Juanita y a sus frases agudas, hirientes, pero tan ciertas... Lo último que supe de ella es que se casó con un gringo y que ahora vive en La Florida.
Recuerdo la fiesta de año nuevo en la casa de Charito a la que fui con mi hermana Paty, que ahora está en Argentina, y que tuve que abandonar a la media hora cuando recién empezaba pues mi hermanita puso una cara terrible diciéndome que estaba aburrida la reunión y que los chicos le parecían viejos y aburridos, también... Esa noche Charito estuvo realmente linda, sensual y encantadora, moviéndose al compás de la música...
Creo que mi paso por la Universidad no dejó huellas a nivel académico pero si a nivel amical. Ramiro, después de nuestros partiditos de los sábados por la tarde, me dijo seriamente que pensara qué hacer con mi vida pues veía que no tenía un destino claro por mis constantes inasistenicas y pésimas notas. Lo escuché ciertamente pero no le hice del todo caso. En lo sucesivo prefería cambiar de tema y mantener mi autodestructivo sentido de vida.
Año 2006, hoy, me arrepiento de muchas cosas que deje de hacer por dejadez o estulticia, y a veces siento que toda una vida entera no me alcanzaría para llenar tantos vacíos. Hoy, vivo el presente, vivo el día como si fuera el último, trato de dar mi mejor esfuerzo pero siento que puedo dar más, que tengo que alcanzar más cosas para aplacar mi sed de reinvindicación, no con los demás sino conmigo mismo.
En mi vida he conocido a muchas personas que han hecho más llevadera mi vida y recogiendo una frase que publicó Marilya en su blog dire que: ""Nada en mí es original. Soy el esfuerzo combinado de todas las personas a las que he conocido". Quiero desear a todas las personas que he conocido a lo largo de toda mi vida un mejor año nuevo y arrepiéntanse por las cosas que hicieron... ;)
Creo que a partir de ese momento empecé a pensar seriamente en el futuro y el porvenir, al principio tenía muchos sueños, tenía a flor de piel el romanticismo de Lennon como en su canción "Imagine" y otras cosas que con el transcurrir de los años he ido perdiendo... Pensaba que llegado el año 2000 muchos cambios se iban a dar, imaginaba una ciudad futurista y ordenada pero creo que me equivoqué. El paso de los años, las experiencias de vida me fueron demostrando que Lima era realmente la ciudad del "monstruo de las siete cabezas"que mencionaba en su cuento Enrique Congrains, una ciudad que no se detiene nunca y al menor descuido uno puede perder hasta la cabeza... Impera la filosofía del más "vivo", nadie quiere hacer el papel de tonto así es que se esfuerzan por aprovecharse de los demás de maneras sutiles u otras veces de manera grosera.
Yo conservaba, a los 16, la inocencia de una persona que no se había enfrentado al Mundo. Recuerdo que cuando ingresé a la Universidad fue mi madre la que me acompañó a la cuatricentenaria, la mayoría de chicos estaban allí sólos y yo al costado de mi madre, aunque para tranquilidad mía no era el único. En la fiesta de cachimbos se vio la diferencia, yo estaba totalmente apocado en un rincón con algunos amigos mientras que el resto daba rienda suelta a su alegría. Creo que muchas represiones manejaban mi conducta y desempeño. Venía de un hogar donde las cosas eran en blanco y negro, o bien una cosa era buena o bien era mala... La cantidad de cosas malas, a saber, superaba a las buenas y parametraba cualquier acto mío. Creo que por mucho tiempo fueron las represiones las que manejaron mi vida hasta que el paso de los años, la propia vida, me llevó a experimentar muchas cosas. De hecho me enfrenté a un mundo frío y sólo la amistad, las buenísimas personas que he tenido la suerte de conocer, me ayudaron a soportar. Definitivamente, este mundo no es para románticos. Me cansé de arrepentirme de las cosas que no había hecho... Juanita, una amiga de la Universidad, en las largas charlas "psicoanalíticas" que solíamos sostener me dijo una vez: "Tú jamás te equivocas o pierdes porque jamás arriesgas..." pero yo me mostraba soberbio en mi burbuja tratando de rebatir todas y cada una de sus opiniones hayando siempre la excusa perfecta para mantener mi estilo de vida en la periferia. Extraño a Juanita y a sus frases agudas, hirientes, pero tan ciertas... Lo último que supe de ella es que se casó con un gringo y que ahora vive en La Florida.
Recuerdo la fiesta de año nuevo en la casa de Charito a la que fui con mi hermana Paty, que ahora está en Argentina, y que tuve que abandonar a la media hora cuando recién empezaba pues mi hermanita puso una cara terrible diciéndome que estaba aburrida la reunión y que los chicos le parecían viejos y aburridos, también... Esa noche Charito estuvo realmente linda, sensual y encantadora, moviéndose al compás de la música...
Creo que mi paso por la Universidad no dejó huellas a nivel académico pero si a nivel amical. Ramiro, después de nuestros partiditos de los sábados por la tarde, me dijo seriamente que pensara qué hacer con mi vida pues veía que no tenía un destino claro por mis constantes inasistenicas y pésimas notas. Lo escuché ciertamente pero no le hice del todo caso. En lo sucesivo prefería cambiar de tema y mantener mi autodestructivo sentido de vida.
Año 2006, hoy, me arrepiento de muchas cosas que deje de hacer por dejadez o estulticia, y a veces siento que toda una vida entera no me alcanzaría para llenar tantos vacíos. Hoy, vivo el presente, vivo el día como si fuera el último, trato de dar mi mejor esfuerzo pero siento que puedo dar más, que tengo que alcanzar más cosas para aplacar mi sed de reinvindicación, no con los demás sino conmigo mismo.
En mi vida he conocido a muchas personas que han hecho más llevadera mi vida y recogiendo una frase que publicó Marilya en su blog dire que: ""Nada en mí es original. Soy el esfuerzo combinado de todas las personas a las que he conocido". Quiero desear a todas las personas que he conocido a lo largo de toda mi vida un mejor año nuevo y arrepiéntanse por las cosas que hicieron... ;)