viernes, noviembre 30, 2007

"Ya no hay peligro..."

¡Qué día pardiez! Pensé que la había "regado" pero no fue así... Consternado, totalmente resignado a recibir una severa reprimenda bajé las escaleras. Martín al verme me preguntó: "¿Ya te vas?" y yo por dentro: "Si, me voy a la... Meca". No sé por qué rayos no puedo controlar mis nervios. NOTA MENTAL: "Debo leer los correos, no hay excusas que valgan". Totalmente azorado, con las mejillas recalientes y con el orgullo regado por los suelos fui en busca de mi destino y encontré, inesperadamente, rostros risueños ¡¡¡¡¿qué paso?!!!! ¡Exijo una explicación! Como en la tradición de Palma: "¡Eh! Señores..., ya hizo fuego el cañoncito..., puntería baja..., poca polvora..., proyectil diminuto..., ya no hay peligro..., examinenlo"... ¡Ufffffff...!

Casi todo el día estuve eufórico, con la adrenalina al cien por cien pero esta se detuvo en secó cuando me enfrente a esa terrible situación. Quedé bloqueado, no ataba ni desataba y el "Cachorro" para mi disgusto me dijo que yo era el culpable pues estaba viendo ese tema...

Salí a comer a las doce y media del día, hablé con Vladi y le dije las cosas tal cual, no puede caer en el sacrificio o en el suicidio comiendo a las tres o cuatro de la tarde. Ya había tenido algunas molestias días previos asi es que no quería arriesgar demasiado. Primero es la salud...

Se convocó a una reunión al finalizar el día y dije algunas cosas que espero que hayan tenido acogida de lo contrario fue en balde, espero que no. Menos mal, para mi tranquilidad y alegría, los chicos colaboran, algunos más que otros. Sólo tengo un problemilla con una persona que hace un trabajo desordenado y es un cabeza dura pues no entiende razones por más que trate de comprenderlo. De Roi no me quejo por que es el más pilas, no se corre de nada y está dispuesto a hacer todo lo que le diga. Ronny también es uno de los más colaborativos, descargando en buena parte la pesada tarea diaria. Puedo confiar en ellos porque sé que no me van a defraudar. No soy de ordenar ni pedir las cosas imperativamente, no he llegado a ese extremo y graciass a Dios que todos se muestran dispuestos a ayudar. Pero aún estamos fallando en las coordinaciones y en la forma de pedir las cosas. Hay quienes toman lo que dicen sus compañeros como una orden y las desoyen por cuestiones meramente personales, son casos aislados pero manejables. Me faltó a incidir en el tema del respeto, sobre todo en las personas que detentan cargos y cierta jerarquía sobre el resto por una cuestión mas funcional que meritoria, no tienen maneras de pedir las cosas y al mínimo error humillan al que lo cometió, no me banco eso. Todos podemos cometer errores y tenemos que apoyar en la solución más que caer en la fácil crítica después de... Me chocan las poses de las personas que se ufanan de su cargo y gritan o levantan grandes voces para dejar sentada su posición o supremacía sobre el resto, la inmodestia. Que a todo lo que diga le buscan el lado negativo, no me banco eso por que se escapa a lo laboral y va al campo de la aprensión meramente subjetiva. Me siento tranquilo cuando doy las gracias a alguien después que cumplió con algo que le encomendé, lo digo de manera sincera, por más ocupado que me encuentre, me satisface eso, ver el esfuerzo individual pensado en pro del grupo, como una pieza más de un complicado reloj suizo.

martes, noviembre 27, 2007

"El Mundo está hecho de cosas simples..."

Esta tarde me sentí invadido por la confusión, la contrariedad, definitivamente no estoy dotado de una espada del augurio que me permite ver más allá de lo evidente aunque este se encuentre a dos pasos de mis narices... Me jode equivocarme y me jode aún más reconocer que me equivoqué... Lo podría tomar deportivamente pero no puedo, por los menos a estas alturas no puedo hacerlo. Sumido en la ofuscación me dirigí al comedor. Ya un grupo de amigos se encontraba merendando y eso que eran casi las tres y media de la tarde. Fui un ratico al baño y me di un remojón tratando de aclarar mis ideas y recuperar la coherencia. Ramitos me preguntó sobre alguna novedad y recibió una respuesta cortante, la verdad es que no me encontraba de humor más que para soltar un par de frescas al primero que me hiciese una pregunta necia...

Mientras almorzábamos, Walt, fiel a su costumbre, monopolizaba la conversación y trataba de meterme en la misma obteniendo respuestas monosilábicas de mi parte ("Walt, no jodas y por favor no me metas en tu mundo aprensivo, surrealista y simplón", pensaba por dentro). Terminé de comer y me cambié de mesa. Al poco rato llegó "La Vieja" y se sentó frente a mi con su charola de comida. Yo apoyando los brazos en la mesa y sobre ellos mi cabeza procuré descansar. Roi me preguntó que si tenía sueño y le respondí que no. "La Vieja" no pronunció ninguna palabra. "La Vieja", como solemos llamar al bueno de Luis, es una buenísima persona, valga la redundancia, un pan de Dios. Sencillo, afable, obediente y colaborativo. Rompió mi mal humor con cosas básicas, sin querer me dio en el ego, me dijo que había leído lo que había escrito y a partir de eso empecé a hablar hasta por los codos, creo que cuando me dan por el lado correcto (sin alusiones sexistas ¡éh! que no tengo esas costumbres) me transformo en otra persona, irreconociblemente comunicativa. Hice un breve resumen de la forma como escribo y me hizo sacar a la palestra las cosas que últimamente había leído. Fue una especie de catarsis en vivo y en directo. Ya me había pasado de la hora de refrigerio asi es con el dolor de mi alma y dejando una conversa de lo más agradable a medias, me dirigí a mi lugar de trabajo con el ánimo cambiado.

El Mundo está hecho de cosas simples...

domingo, noviembre 25, 2007

"Para todo lo demás existe Mastercard..."

La mañana empezó tierna. Sentí pasos subiendo la escalera de caracol, mi habitación está en el segundo piso a un lado de la misma. Oí voces también, parecían las de mis padres, me extrañó la hora: Eran las cinco con treinta de la mañana pero el cielo, como pude corroborar a través de la ventana de mi cuarto que colinda con un pequeño patio, se mostraba clarito a pesar de una tenáz neblina. Y luego que oigo los mismo pasos subir escalones pero ahora con dirección hacia el tercer piso y la voz de mi padre, la reconocí plenamente, cantándole "Las mañanitas" a Daniela, su nieta, por su cumple... Me conmovió ese espectáculo... Y sólo lo oí, je je...

Ayer hablé con Vladi y le dije que hoy, domingo, no iba a ir a trabajar pues durante la semana he llegado tarde a casa y he dejado ver a gente que quiero. Le pregunté que si era obligatorio venir y me ha contestado que nadie está obligado a hacerlo, no sé si lo dijo por una cuestión de cortesía o por salir del paso pero yo le tomé la palabra ipso facto, como para no darle tiempo a una retificación, y le dije ya con aplomo que no venía y que quería dedicarle el domingo a mi familia.

Anoche me enteré que hoy Daniela cumple años (olvido involuntario) y que su mamá, mi hermana Chris, había llamado a Elisa para que viniera con sus hijas ya que le habían preparado una pequeña reunión a Danielita. Elisa es mi hermana mayor y Villa el Salvador, un distrito con el que me visto muy ligado últimamente. Elisa se mudó para allá hace casi ocho años. Me causó mucha pena que se fuera con Verónica, mi engreída, que aquel entonces tenía tres años, Karina estaba en camino y Vale no existía, ni en proyecto... Con Verónica me une un gran vínculo, me encariñé demasiado con ella. Era una bebita hermosa, blanca como la leche, unos ojos y cabellos azabache y, unos hoyuelos que se le marcaban cada vez que sonreía... Todos se quedaban encantados con la preciosa nena y me preguntaban si era mi hija y yo que no. En ese tiempo tenía más tiempo libre que ahora, estudiaba por las noches y dedicaba gran parte de la tarde a Verónica. Yo le vi dar sus primeros pasos, hecho que me produjo gran emoción.

Un día mi madre nos comunicó que había comprado un terreno por Villa el Salvador y que tan pronto como construyera se mudaba para allá con su familia. Me causó gran pena. Era común despertar y escuchar la voz de Vero decirme "Chavé, Chavé..." (Javier) y la sola idea de no tenerla cerca me angustiaba. En los últimos días que estuvo en casa, pasamos mucho tiempo juntos, salía a pasear con la nena por el parque. Varias veces la llevé dormida a casa.

Recuerdo a mi hermana cargando todas sus cosas en un vetusto camión de madera e irse. Ese día no la pude acompañar. Sólo vi a Vero sentaba sobre las rodillas de sus padres llorando, no quería irse, se me partió el corazón... Cada vez que llamaba a casa, lloraba y decía que quería regresar a su casa de San Juan, yo no sabía que responderle. Ir a Villa el Salvador me parecía ir a otro mundo, casitas de un piso o dos rodeadas de arena. Las visitas acababan mal pues Vero se ponía a llorar cada vez que me iba, y no me quedaba otra que hacerla dormir para luego irme. Y ya en casa llamaba a mi hermana para vez como estaba.

Cuando tenía cuatro años sufrió de un repentino estado de ausencia, una manifestación de epilepsia. Su padre la levantó en brazos, mi hermana fue con ella. Y yo me quedé con Karina, mi nueva sobrina de escasos meses. Me angustiaba la idea de que lo peor hubiese llegado para Vero. Pero como era posible que una niña tan sana en apariencia tan llena de vida de pronto quedara como desconectada de este mundo. Recuerdo a mi hermana gritar a su esposo: "¡Samuel, qué le pasa a mi hija..." y a mi cuñado levantarla a toda prisa y llevarla al hospital. Las horas pasaban y la angustia crecía. Le preparé su biberon a Karina que hasta ahora se había portado muy bien. Pero yo me hallaba preocupado pensado en lo que le había a Verónica. En casa nadie contestaba. Mi mamá llamó más tarde y me dijo que Vero se iba a quedar en observación en el hospital por unos días.

En aquellos días no sabía cómo actuaba la epilepsia sobre las personas, yo la asociaba con las convulsiones pero había otras formas de mostrarse. Pasado el susto pero ya con el diagnóstico claro, acompañaba a Vero a sus citas en el hospital. Le había sacado tantas muestras de sangre que las enfermeras se quedaban impresionadas cómo esta pequeñita de cuatro años se remangaba y esperaba tranquila a que le clavaran la aguja sin exteriorizar miedo ni dolor ante el pinchazo. Los encefalogramas era algo más pesado pues le engominaban la cabeza y le colocaban unos diodos, y ella de lo más divertida. Al comienzo todo era llanto y pataletas ante los médicos y enfermeras pero después era ya toda una autoridad. Sin embargo, nos confirmaron que esta "enfermedad" la acompañaría por toda su vida. Empezó tomando jarabes y luego unas amargas pastillas que apenas podía pasar. En las citas al hospital llevando a Vero, conocí a mucha gente con la misma afección en diversos grados. La doctora de Vero era una gordita muy simpática que me explicaba todo al respecto.

Creo que por esto de Vero me volví más hogareño, a pasar más tiempo, dentro de lo posible, con mi familia. A visitar con religiosidad cada domingo a mi hermana y compartir momentos con mis sobrinas. Vero ya tiene casi doce años y es una niña hermosa, es bien tierna. La epilepsia, los medicamentos, los excesivos cuidados de su madre, le han provocado algunos problemas en la escuela. De niña era muy inteligente, despierta pero ahora no marcha bien en los estudios. Después que llegó Karina, vino al nundo Valeria. Idéntica a Verónica. Mi hermana no podía atender a todos sus hijos como quisiera, la economía le estaba jugando una mala pasada. Así es que acordamos que Vale, estudiaría en San Juan de lunes a viernes, aquí no le faltaría nada, y el viernes mismo regresaría a su casa. La niña se adaptó bien. A Vero le chocó mucho desprenderse del hogar de los abuelos y mudarse a su nueva casa. Valeria es una niña sumamente inteligente. Va a al colegio, hace sus tareas, come rápido y me alegra la vida. Los viernes va a su casa en Villa y se divierte a mares con Karina y Verónica y el domingo la traigo a mi casa de San Juan sin que éstos cambios la afecten. Considera su casa tanto a la de Villa como a la de San Juan pero contando con una sola familia, una enorme familia, que aunque separados por la distancia... (me sonó a Don Francisco, je je). Adoró pasar buenos ratos con mi familia, el dinero no me importa...

viernes, noviembre 23, 2007

"Gastritis segura"

Hoy sí que sentí gran admiración por el Cachorro, se bancó hasta las cinco de la tarde y sin comer. Yo salí a merendar pasadas las 3 y 40 a insistencia, empellones y gritos (tiene voz estentórea para su defensa) del mismo Cachorro...

Tenía la vejiga a punto de estallar. Me desplazaba raudamente con automatismos por los largos pasillos del almacén con la desazón clavada en las entrañas y las ideas flotando por encima de sétimo cielo. Cuando llegué al comedor algunos quisieron gastarme bromas pero no estaba de humor para escuchar sandeces. Estaba preocupado por el Cachorro. Metí mi taper con comida al horno y me fui al baño a finiquitar con el pendiente... Abundante agua corrió por mis rostro en un afán estéril por despertar de este día de pesadilla.

Creo que no tardé más de media hora en comer, no le hallé el gusto al lomito que mi madre me había preparado por la mañanita. Poco a poco el comedor se fue vaceando y sólo quedamos dos. Terminé de comer y Jordi, un buen amigo y colaborador, me hizo compañía hasta la zona de trabajo.

Ahora mi paso fue mas pausado, conversábamos de cualquier cosa como para aligerar el mal rato. Cuando llegué a la zona vi al Cachorro prácticamente ahogado en mercadería por devolver y haciéndose trizas el cerebro tratando de cuadrarla.

Vladi se daba cuenta del supremo esfuerzo del Cachorro pero no le dijo nada... Obvio que no, pues estaba aquejado por una faringitis in extremir aguda que le hacía parecerse a Marlon Brando en "El Padrino".

Sus ojitos recorrían en uno y otro sentido la mercadería. Se paraba,cogía algunas cajitas, veía los códigos y sentaba frente a la computadora para enviar un correo. El Cachorro lucía fatigado pero no por eso cejó al momento de cumplir con sus tareas y yo sin poder ayudar, sientiéndome una nulidad. Entré en Shock al verlo así, no me dieron ganas de hacer nada. Sentí gran desasociego. Una tristeza "tristísima" se apoderó de mi...

Llamé a Lizzy y como siempre recibí una respuesta acorde a lo solicitado, es re-amable y siempre dispuesta a absolver cualquier duda que le plantee. Aunque debo de reconocer que soy un pésimo alumno, la profesora es magnífica pero no creo estar a su altura... Y doy gracias a Dios que no es de las maestras que agarran a coscorrones a los malos estudiantes porque sino tendría la cabeza hecha una chirimoya. ¡Gracias teacher!

Bueno, ya me dio sueño, leeré un par de páginas de la "El vuelo de la ceniza" de Alonso Cueto y luego me iré a dormir. Vale ya no está, su mamá se la llevó a casa. Bueno, no está mi princesa, la veré el domingo...

jueves, noviembre 22, 2007

"Me como las uñas ..."

Hoy prácticamente me escapé... Le dije a Vladi que me iba y no le di derecho a réplica... La verdad es que me dieron ganas de irme desde muy temprano, por un momento, durante el día, sentí que la cordura se me iba de las manos pero respiré hondo y recuperé la serenidad, una serenidad tan esquiva últimamente...

Llegaba a casa a las once de la noche o más, y ya todos estaban durmiendo. Apenas veía a Vale en la mañanitas antes de salir al laburo, y hoy que volví "temprano", ocho y media aprox, le llevé un pollito con papas y comimos hasta hartarnos. Para mis papis les compré un video de "Tizoc". Qué bien se siente dar y no esperar nada a cambio, un gesto basta, yo contento con verlos.

Las cosas en la chamba se están complicando... Me explico, yo sólo era un convidado de piedra pero Vladi me ha dicho, esta misma tarde, que en teoría yo soy el segundo en la zona y esa idea no me cuadra. Ignoro tantas cosas y las pocas cosas que conozco es de manera muy superficial (¡help!). Y encima que me ha dicho que si falta alguna vez yo tendré que suplirlo en las reuniones de encargados, me como las uñas de nervios... ¡Uy!, ya imagino eso, un coro de imberbes rodeando al todopoderoso que con sólo una mirada podría fulminar a cualquiera. No sé cómo tome "El Cachorro" todo esto pues el era el segundo natural en la zona.

Mejor no pienso más en ese respecto, leo un rato y luego me voy a dormir...

domingo, noviembre 18, 2007

"Patience..."

Semana realmente dispar, con sentimientos encontrados y la presión al más alto nivel... Esta semana me han puesto a prueba en el laburo y no creo haber aprobado todas las materias... Lo que más puedo destacar son aquellos instantes álgidos, todavía siento a flor de piel aquel momento en particular cuando todos estaban sobre mí, eufemísticamente hablando, pidiéndome cosas y yo sin poder atenderlos a un mismo tiempo. Quería estallar y mandar todo al diablo, sobre todo cuando Walt gritó tratando de ponerme en evidencia, una particularidad muy suya, ante Vladi. No sé por qué me dio por llamar a Vladi y decirle de que esa no era manera de dirigirse hacia mi ya que estaba ocupado haciendo una tarea y que no podía dejarla a medias para hacer otra que de todas maneras iba a hacer en algunos minutos más. Vladi, "cancherazo", me dijo que no le hiciera caso, que continuara con lo que estaba haciendo y que no me molestara. En aquel momento mi cabeza parecía a punto de echar vapor como tetera hirviente y me dieron ganas de llorar por la rabia contenida y yo que miro al costado y que veo al "Cachorro" observándome con escudriñadora atención tratando de leer algo en mi mirada, lo esquivé, voltié la cara y seguí con mi labores en la computadora con los ojos humedecidos y algo contrariado. Me acordé de Vladi y de sus momentos cuando debería perder la paciencia y que en lugar de estallar se pone a tararear una canción harta escuchada por mi. Quizás debería seguir su ejemplo cuando todos quieren cosas de mi, taponearme los oídos, tarararear una canción agradable y seguir con lo mío, dejando de lado la presión. Convencerme a mi mismo de que no puedo ayudar a todos a un mismo tiempo para no frustarme. Seguiré el consejo de Lizzy de delegar algunas funciones, algo que ya sabía pero que olvidé en el camino, que me resultan casi imposibles realizar. Fácil sería inventar datos pero esa no es mi forma de proceder, no me gusta mentir ni que me mientan en el laburo, en la casa, en cualquier parte...

Estas temporadas son terribles y recargadas de trabajo. Ahora estoy al otro lado de la vereda, por así decirlo. El año pasado mi tarea era simple pero no por ello menos importante. Ahora tengo mayores responsabilidades y resulta necesario tomar decisiones a cada instante y algunas veces inconsultamente, aplicando el criterio, cayendo en la manipulación o algo peor...

Recuerdo a mi anterior encargado hecho un pichín, rojo por la rabia, gritando y apurando a todo el mundo. A él lo presionaban y transmitía esa presión de distintas maneras y, a algunos les tocaba las de perder, yo no tuve demasiadas desavenencias con él. Pero trabajar con presión, y sobre todo con una presión autoimpuesta, conlleva a cometer errores, no se puede correr sin tropezar sobre todo si se corre sin estribos...

Domingo por la mañana, espectando "Gilda", una antiquísima película de una mujer bella como ninguna y manipuladora como cualquiera (¡Upss!, no fue mi intención caer en la generalización, sorry pues...). Con un protagonista duro en base a las asperezas de una vida llevada al azar pero que al final le juega en contra cuando encuentra a alguien de su misma calaña y catadura. Imperdible pela y te deja esa sensación, flotante, de que existan muchas mujeres como Gilda jugando, valga la redundancia, a un doble juego...

Domingo tranqui por donde se le mire, ¡Uuuy, mi habitación!, me va tomar horas arreglarla. La alfombra está echa un asco, hace varios días que no limpio y un polvillo blanco, dictador, se ha depositado en cada uno de los muebles. Bueno, al mal paso darle prisa asi es que empezaré por buscar mi cama perdida por algún rincón de esta vorágine tempestuosa llamada "habitación mía", pero escuchando música y tarareando canciones agradables como para expectorar malos momentos y fantasmas de un pasado reciente pero perfectamente olvidables, por necesidad y deseo... Más tarde iré a buscar a Valeria, jugaré con Vero y con los animalitos de Karina, mis tres adorables sobrinas que viven en las arenas de Villa el Salvador.

viernes, noviembre 16, 2007

El Cielo de Verónica...

Una furtiva lacrima
negli occhi suoi spuntò...
quelle festose giovani
invidiar sembrò...
Che più cercando io vo?
Che più cercando io vo?

M’ama, si', m'ama, lo vedo, lo vedo...
Un solo istante i palpiti
del suo bel cor sentir!..
I miei sospir confondere
per poco a’ suoi sospir! ...
I palpiti, i palpiti sentir,
confondere i miei a suoi sospir...

Cielo, si può morir;
di più non chiedo, non chiedo
ah, Cielo, si può morir;
di più non chiedo, non chiedo
si puo' morir...
si puo' morir...
d'amor!

El domingo pasado salió un Sol espléndido, el cielo estaba azul. Verónica quedó extasiada contemplando el firmamento y se puso a fotografiarlo. Para ese día estaba programado el paso del Señor de los Milagros por las calles de mi barrio y mucha gente, desde temprano, estaba adornando pistas y fachadas para darle la bienvenida al Cristo moreno. Aquí unas instantáneas de todo lo que paso a través del lente de Verónica.

jueves, noviembre 15, 2007

"ZzZZzzzzzzzzz..."

¡Qué día! ¿Pueden haber peores? Si las probabilidades no fallan la respuesta es un sí rotundo... Agotado, físicamente y mentalmente, con sólo ganas de llegar a casa, darme un duchazo tibio y dormir, dormir, dormir... Tenía hambre y poco antes de llegar a casa hice una parada en la tienda de Jorge y le pedí una galleta. Todos mis movimientos eran mecánicos, como en piloto automático y con los párpados a punto de caer rendidos ante una pertináz somnolencia. Jorge veía con atención en la tele un programa de deportes acodado sobre una vitrina, le interrumpí con mi solicitud, y presuroso fue a atender mi pedido. Parecía alegre, tal vez habría tenido un buen día, si comparamos ¿cualquiera no...? Luego de pagarle le di las gracias, cuando giraba con dirección a la puerta de salida una pregunta quedó flotando en el aire: "¿Y quién gana el domingo?" y yo despistado, como de costumbre, repliqué "¿y quién juega...? ¡Perú!..., claro, seguro que gana...Ojalá", esbozando una tibia sonrisa y sin ánimos de seguir con la plática. Nunca he sido fanático de ningún equipo en particular, pero creo que no me he perdido un partido de la selección peruana por más que ésta gane o pierda. Obvio que contento cada vez que gana y las más de veces refunfuñando por una pésima presentación.

Son 11:27 de la noche y estoy cansado pero no quiero dormir. A pesar de la hora Vale está despierta y sentada en la alfombra observa la tele, no le digo nada. Quiero escuchar algo de música pero seguro me va a pedir que la apagué, no importa lo voy a intentar... Apenas la puse y me ha dicho: "No hagas bulla". He bajado el volumen y escucho muy quedito "Che asolto!", una hermosa canción y luego "Una furtiva lágrima", me encantan esas canciones.

Todo lo que pasó en el día me parece tan lejano pero recuerdo con claridad algunos hechos anecdóticos... Estuve a punto de ser atropellado por una enorme maquina de contrabalanceado... Nota mental, "no debo correr sin antes mirar a la izquierda y derecha...", qué vergüenza con el operador de esa máquina que me riñó pero con muy buen ánimo, y yo con cara de bobo: "lo siento amigo". Perece que todos se hubieran puesto de acuerdo para hacernos pasar un mal día. "El Cachorro", hoy estuvo de pésimo humor y refunfuñaba cada vez que alguien se sentaba en su computadora. A él le gusta "presionar" a las personas, apurarlos con sus gritos agudos y destemplados, aún a mí me presiona pero salta en mi defensa cada vez que alguien me presiona, ¿contradictorio no? o no querrá que nadie usurpe sus funciones, je je je.

Nada, ya es tarde, mejor dejo de escribir, apago la compu y me voy dormir...

martes, noviembre 13, 2007

"Después de la tormenta , la calma llegará..."

Después de la tormenta viene la calma..., pero cómo tarda... Hoy me siento con la conciencia enturbiada, con el peso de la culpa sobre mis espaldas, me dejé llevar por un exceso de confianza y lo que en un primer instante me produjo gran satisfacción más tarde se convirtió en decepción. En decepción conmigo mismo por confiar demasiado en las personas. Ayer hablaba sobre la infalibilidad y hoy he comprobado, experimentando en carne viva, que sólo se puede tender hacia ella más no alcanzarla, somos humanos y por ende proclives al error y a la culpa... Aunque también soy consciente de que no debemos excusarnos en nuestra condición humana y mortal para equivocarnos y recaer en lo mismo. Sólo Dios y los imbéciles no cambian, dicen, y yo no me siento ni tocado por la gracia divina ni me considero tan bobo como para volver a cometer los mismos yerros ¡Dios!, qué terrible se siente cuando sabes que hiciste algo mal y lo peor es que pudo evitarse, eso es lo que más jode.

Bueno, ya pasó y espero para mi tranquilidad que no vuelva a ocurrir. Ya estoy en casa y apenas llegué mamá me reprendió por dejar a Vale despierta hasta altas horas de la noche. Anoche me fui a dormir, y me olvidé de ella... ¡Uy, qué mal padre postizo soy! Ella bajó del tercer piso, luego de jugar con Daniela, a la once de la noche. No sentí cuando entró a mi habitación. En la madrugada la oí llorar, encendí la luz y fui hasta su cama. Le pregunté por qué lloraba y me dijo que había "soñado de terror". Me acosté junto a ella, hasta que se calmó y se quedó dormida. Vale es como mi norte, mi tranquilidad en la tormenta, una pequeñita que adoro como si fuera mi hija y que me reta cada vez que llego tarde, se molesta conmigo pero luego me perdona... Me cuenta con mucha gracia lo que le pasó en el día o me lleva, prácticamente a rastras, hasta la tienda de la esquina para que le compré algún dulce. Ahora ve tranquila, recostada de pancita y con las manos sujetando su rostro, la tele. Le pregunté que si tenía tarea y me ha respondido que ha hecho toda su tarea... ¡Dios!, qué tranquila se le ve, para ella los problemas no existen y las pesadillas o malos sueños se borran con una poca de ternura.

lunes, noviembre 12, 2007

"Infalibilidad..."

Ya me estoy acostumbrando a los días malos... Mañana arde Troya, espero que el fuego sea controlable, no creo que quepamos todos en la misma hoguera... Bueno, una raya más al tigre no hace gran diferencia. Aparentemente todo estaba controlado, a diferencia de otros días el panorama de hoy se mostraba despejado, apacible, pero en el último instante, como para llevarnos de zopetón a nuestra realidad, a nuestra triste realidad, aparecieron aquellos fantasmas que nos vienen persiguiendo por buen tiempo: los errores, como para restegrarte en la rostro con pertináz insanía que la infalibilidad no existe, que es sólo una quimera. Bueno, pero para hacer de abogado del diablo diré que el error no fue nuestro pero igual nos afectó, o sea que hasta de casualidad nos perjudican. "El Cachorro", sonreía burlonamente. Yo preferí irme a comer porque sabía que eso pintaba para rato. Se arregló pero mal, es como tapar un chupo a punto de estallar con baba... La risa de "El Cachorro" desapareció un instante cuando "La pequeña maravilla" le tiró el fono y echando chispas se dirigió hasta su silla mientras mascullaba adjetivos "descalificativos" irrepetibles. Yo seguía sentado en mi lugar tratando de ponerme al día con lo que me quedó pendiente de la semana que pasó. Dieron las siete y pronto las ocho y un nuevo "escándalo" estalló como para ponerle colofón a la noche. Bueno, esa es otra historia que recién empieza, parece un culebrón... Veamos que pasará. Sino entendieron nada de lo que les dije, mejor...

sábado, noviembre 10, 2007

"Al Pinchismo..."


Bueno..., diré mejor malo, se acerca más a como me siento (feel)..., para mí, hoy, fue un día pésimo con P mayúscula y en grado superlativo. Aún no logro dominar la presión, me hace falta esa actitud tan "al-pinchista" y "cancheril" o "cacheril" de "Cachorro" y de Vladi. Quizás tomo muy a pecho las críticas y los comentarios de otros y por quedar bien con todos me transformo en un tonto de capirote que no ata ni desata y se pierde en la nebulosa de la mediocridad. Me preocupo más de lo cuenta de todo y por todo y tanto que pierdo la perspectivas de las cosas mostrándome desorientado, irresoluto, o "unplugged", como le hice mención a Lizzy después de un "coitus-mental-interruptus". Estaba totalmente bloqueado ante una voz desafiante y escudriñadora, en mi cabeza bailaban, sin ton ni son, mil y una ideas:

Ella: - ¿Y?
Yo : ¿y... qué? (quedito)
Ella: ¡¿CÓMO QUE QUÉ... LO QUE TE DIJE... EN QUÉ QUEDAMOS?
Yo : (grillitos en mi cabeza) ¿? Áhhh ¿? ¿?
Ella: QUEDAMOS EN QUE ME IBAS A LLAMAR...
Yo : Ahhh... Eso...
Ella: SÍ ESO... ¡PLOP..!

A cualquiera le pasa, pero a mi muy seguido... Me dolió (do´nt break my heart baby), sentí mi rostro arder hasta hacerse cenizas... Sentí tanta vergüenza por mi olvido que me sentí totalmente inepto, inservible. Me tomo varios minutos recuperar mi frágil calma y encajar con gracia, no me quedaba de otra, tamaño papelón.

El día estuvo bastante agitado, los problemas surgían por todos lados y llenaban de piedritas nuestro camino. La gota que rebalsó el vaso fue la llamada de William que prácticamente me gritó por no terminar con mi trabajo. Cada vez que le llamaba se mostraba ofuscado, cortante hasta casi llegar a la grosería (¿dónde aprendió modales este muchaho?, creo que las clases le duraron muy poco), me tiró el teléfono en más de una ocasión y yo traté de mostrarme interpérrito aunque por dentro me sentía re-mal. ¿Debí hacerle el "paré"? ¡Báh! Habría sido rebajarme a su nivel. No le guardo rencor, no soy una persona rencorosa pero tendré que hacer de tripas el corazón, atarme bien los cinturones y recordarle que el respeto se gana y no se impone y no, necesariamente, quien habla fuerte o despóticamente tiene la razón o todas las de ganar en una situación dada.

Lo que me llama la atención es la inconsecuencia... Por un lado dice: "Recibe a tal cliente..." y por otro lado "No lo recibas, despáchalo por un tubo..." sin un por favor o gracias de por medio... Creo que no voy a tomar más llamadas o en todo caso me alejaré del teléfono por una cuestión de higiene mental, no quiero podrirme en la hipocresía ni caer en el "al-pinchismo"

Me cagaron el día, aunque ahora respiro calma, sólo quiero dormir y que el mañana se imponga ante este hoy perfectamente, y deseablemente, olvidable... Después de todo: ¡mañana será otro día! (¡Frankly, my dear, I don't give a damn!)...

jueves, noviembre 08, 2007

¿Yo blogger? ¡Qué hice para merecer ésto!

Hace poquito recibí una llamada de un chico universitario que me invitaba a un conversatorio de bloggers... ¿Que qué es un blogger? Hagan un esfuerzo mental, pues un blogger, para no complicarlos con mis necedades, es una persona que escribe un blog... ¿Que qué es un blog? ¡Ya pues!, no me hagan preguntas tontas que van a obtener una respuesta por demás estúpida... Estamos en la época de los blogs. Hay blogs personales, como es mi caso, periodísticos, literarios, inclasificables o un larguísimo etcétera, pues enumerarlos a todos sería caer en la redundancia y en una pérdida de tiempo de lo más patética. Hay quienes dicen que para que un blog sea "leíble" o atractivo al lector tiene que tener entradas o posts (publicaciones, artículos) cortos para no aburrir, pero a mi me valen esas reglas porque al final yo creo que no existen tales al momento de escribir un blog y me refiero a un blog personal-personalísimo ¡éh!, de los que puedo hablar con conocimiento de causa pues llevo escribiendo blogs desde hace casi tres años. Que me lean mi papá mi mamá o un reducido número de amigos no me interesa en lo más absoluto.

Le iba a decir al chico, volviendo a la llamada, "¿cómo conseguiste mi número?", pero ¡oh torpeza la mía! si lo publiqué en mi blog con un inconsciente afán de figuración, disculpen la falta de inmodestia pero no me reservo nada... Por más que diga que escribo para botar toda la "mierdita" que llevo dentro, tengo que reconocer que existen otros móviles que me fuerzan a hacerlo. Por ahí intuyo que existe un "roche" interior, como diría mi prima Giovanna tratando de psiconoalizar a las personas o buscándole la tangente a la sinrazón y creo que no se equivoca del todo, que me fuerza a "vomitar" todo lo que pienso y que siendo incapáz de decirlo lo escribo. En la vida real soy poco afecto a expresar mis emociones y hasta poco conversador, me gusta más oir y escuchar, aunque cuando entro en confianza y me suelto puedo hablar más de la cuenta y eso ocurre a la muerte de un obispo...

Asi es que si me preguntan ¿por qué escribes un blog? mi respuesta va a ser vaga, incongruente porque no existe una sino mil y una razones, muchas de ellas que ni yo puedo entenderlas. Escribo porque me gusta sino no lo haría. En parte me ayuda a sentirme liberado, a soltar todo el lastre interior. A estar comunicado con mi yo interior y con las personas que desean oir mis cosas, que pueden ser fútiles, vanas o tan sin sentido y no los culpo si lo ven así... En todo caso, escribo porque escribo porque sino me muero...

domingo, noviembre 04, 2007

"¿Por qué no puedo ser del Jet-Set?"

La primera vez que escuché a Soda Stereo, tenía 16 años y estudiaba Computación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de la Av. Venezuela. Mi día empezaba a las 6. 30 a.m. cuando abordaba el Enatru, un medio de transporte con gran historia dentro de mi vida. Creo que en toda mi etapa escolar usé este largo vehículo, que parecían dos pero unidos en el centro por una especie de acordeón y lugar en donde mis amigos del colegio y yo solíamos acomodarnos, como medio de transporte, cuando no habían pandillas escolares, de eso hace un siglo... A diario hacía un, prácticamente, interprovincial recorrido desde San Juan de Miraflores hasta al centro de Lima y de allí empalmaba hacia la Venezuela, pasando por el puente Tingo María de Breña y a solo unas pocas cuadras, y que podía divisar por la ventanilla del bus, emergía el coliseo Amauta: Enorme, gris, de aspecto descuidado y que el voleybol y, recientemente, una radio de moda la habían convertido en un centro obligado de concentración masas juveniles a pesar que vivíamos días negros por la barbarie terrorista.

Mis días transcurrían entre las clases y los largos viaje de ida y vuelta a casa, recuerdo al profesor Galván y sus clases Fortran en enomes y prehistóricas mainframes con pantallas, pequeñísimas, en donde sólo cabía una línea de código y que para ver los resultados de nuestros largos y tediodos programas para desarrollar aplicaciones numéricas y simples teníamos que bancarnos los fuertes traqueteos de una enorme impresora, en el cuarto de junto, que sacudía todo el ambiente... Días aquellos de los monitores monócromos y de las PC´s con 128 a 512 Kb de memoria... Días aquellos de Gaby, la chica de los ojos rasgados y de mejillas llenitas que me hacían delirar de emoción cada vez que nos cruzábamos por los pasillos de la Facultad y que con tono simpático, salpicado con gotitas de ironía me decía : "!No te pierdas!", haciendo alusión a mis constante faltas... En la fiesta de cachimbos pusieron música de Dire Straits, un maravilloso "Camino de Vida, y por supuesto de Soda Stereo que estaba de moda con canciones sencillas y pegajosas como "¿Por qué no puedo ser del Jet Set?" o "Mi novia tiene bicéps". Etapa primigenia de Soda antes de entrar a su etapa más sofísticada con canciones etéreas y de letras subliminales con mensajes encriptados y que sólo el subjetivismo individual podía descifrar... Cada quien oía lo que quería oir en versos sueltos o frases aparentemente sin concatenación lógica. Obvio que la que más bailó aquella noche fue Gaby, una aureola de magnetismo y simpatía la rodeaba. Yo me fui antes de las diez pues sino no conseguía carro para volver a casa.

Eran días difíciles, ya Sendero Luminoso había dejado el campo y hacía notar con mayor frecuencia su presencia en la ciudad capital. Nuestras madres estaban aterradas con las noticias diarias de muertes y asesinatos absurdos. Estando en clases de álgebra ésta se vio interrumpido por lemas, gritos y hurras a este enemigo casi invisible. Los amplios ventanales del salón de clases nos permitieron ver a chicos tan iguales a nosotros pero que en sus expresiones faciales y actitudes denotaban dureza, frialdad y que generaba resquemores y hasta miedo entre mis compañeros. Las chicas del salón de clases se mostraba nerviosas y más aún cuando se escuchaban sirenas de la policía. Los chicos de aquel hostil grupo gritaban sus lemas desde las playas de estacionamiento de las facultades de Química y Matemática, y la policía en la avenidad se mostraba de manos cruzadas pues las aulas universitarias en aquel entonces eran sitios inexpugnables dentro de la legalidad. De pronto el estruendo de un artefacto explosivo sembró el caos. Todos nos agolpamos en la puerta de salida del salón de clase. Y nos alejamos de la turbamulta, ya los gases lacrimógenos de las fuerzas policiales hacían su efecto en nosotros... La garganta me raspaba y mis ojos no paraba de lagrimear, tosía por el aire enrarecido mientras avanzaba con mis compañeros y chicos de varias facultades con dirección a la Av. Universitaria para abandonar la Universidad. En aquel tiempo las obras en el Estadio habían concluido en su primera etapa. Nos sentamos un instante en las graderías para luego salir por la Universitaria y abordar un vehículo para llegar lo más pronto posible a casa aunque con la duda latente que días así, o peores, podían producirse. Poco tiempo después las fuerzas armadas y policiales tomaron el control de la Universidad. El frontis con los dibujos de los "ojos y oídos", que sembraba miedo y no respeto, del terrorismo pasaría hacer sólo eso, un dibujo... Un dibujo que el tiempo borraría...

Mi mejor amigo era Luis Enrique, él era fanático de la música de Hombres G y Soda Stéreo. Le prestaba mis cassetes de Hombres G por varios días. Él me platicó sobre ir al concierto de Soda en el Amauta. Los precios eran populares pero hay cosas que no me gustan, ¿seré agorafóbico?, como las grandes multitudes y ser uno más siguiendo las actitudes del resto... Al final, a pesar de las insistencias de Kike no fui. Él me contó que aunque el sonido no fue bueno el concierto estuvo bueno porque Soda es Soda. Luego llegaron Los Prisioneros con letras cargadas de crítica social y que causaron gran revuelo en Lima, de una onda light, etérea, subliminal de Soda y una nice, inocentona como la de Hombres G pasamos a una más directa, salvaje, como la de Los Prisioneros, grupo chileno que a pesar de provenir de un país dictatorial decía las cosa a cara pelada.

Pero Soda es Soda, y a pesar de los años su sonido sigue tan vigente...

jueves, noviembre 01, 2007

"Marmoteando..."

Hoy todo el día he estado marmoteando, disfrutando de no hacer nada... Levantarme pasadas las nueve, ver películas desde mi camita sin pensar en nada que me distraiga, sólo dejándome llevar por la "vaguedad" (de vago)... Vi dos películas de Mel Gibson: La primera se llama "Lo que ellas quieren" (What women want, USA, 2000) una comedia romántica, agradable, en la que un tipo machista, egocéntrico, sufre un accidente y ve las cosas desde su lado femenino. Trama simple con escenas simpáticas y un discurso final, con mea culpa incluido, entrañable. No es un gran-gran película pero las actuaciones de Mel Gibson y Hellen Hunt son buenas y los diálogos con muy buen gusto. Recomendable como para verlo acompañado.

Otra que vi fue "Hamlet" (1990), una película que cuenta en el rol protagónico con Mel Gibson. Actúan también Glenn Close, como Gertrudis la madre de Hamlet, y Helena Bonham Carter interpretando a la trágica Ofelia. Vi esta película hace ya varias lunas y me encantó la interpretación de Mel como Hamlet, un príncipe danés con aire taciturno, meditabundo, transtornado. Para quienes no tienen tiempo de leer o simplemente no les gusta hacerlo les recomiendo esta versión de Hamlet, mucha más digerible de las que he visto. Conmovedora la interpretación de Helena como Ofelia. No hay dudas que Mel es uno de las artistas más versatiles del medio y creo que esta es una de sus mejores interpretaciones para mi gusto.

Veré un par de pelas más y ya se las recomiendo...