Esta tarde me sentí invadido por la confusión, la contrariedad, definitivamente no estoy dotado de una espada del augurio que me permite ver más allá de lo evidente aunque este se encuentre a dos pasos de mis narices... Me jode equivocarme y me jode aún más reconocer que me equivoqué... Lo podría tomar deportivamente pero no puedo, por los menos a estas alturas no puedo hacerlo. Sumido en la ofuscación me dirigí al comedor. Ya un grupo de amigos se encontraba merendando y eso que eran casi las tres y media de la tarde. Fui un ratico al baño y me di un remojón tratando de aclarar mis ideas y recuperar la coherencia. Ramitos me preguntó sobre alguna novedad y recibió una respuesta cortante, la verdad es que no me encontraba de humor más que para soltar un par de frescas al primero que me hiciese una pregunta necia...
Mientras almorzábamos, Walt, fiel a su costumbre, monopolizaba la conversación y trataba de meterme en la misma obteniendo respuestas monosilábicas de mi parte ("Walt, no jodas y por favor no me metas en tu mundo aprensivo, surrealista y simplón", pensaba por dentro). Terminé de comer y me cambié de mesa. Al poco rato llegó "La Vieja" y se sentó frente a mi con su charola de comida. Yo apoyando los brazos en la mesa y sobre ellos mi cabeza procuré descansar. Roi me preguntó que si tenía sueño y le respondí que no. "La Vieja" no pronunció ninguna palabra. "La Vieja", como solemos llamar al bueno de Luis, es una buenísima persona, valga la redundancia, un pan de Dios. Sencillo, afable, obediente y colaborativo. Rompió mi mal humor con cosas básicas, sin querer me dio en el ego, me dijo que había leído lo que había escrito y a partir de eso empecé a hablar hasta por los codos, creo que cuando me dan por el lado correcto (sin alusiones sexistas ¡éh! que no tengo esas costumbres) me transformo en otra persona, irreconociblemente comunicativa. Hice un breve resumen de la forma como escribo y me hizo sacar a la palestra las cosas que últimamente había leído. Fue una especie de catarsis en vivo y en directo. Ya me había pasado de la hora de refrigerio asi es con el dolor de mi alma y dejando una conversa de lo más agradable a medias, me dirigí a mi lugar de trabajo con el ánimo cambiado.
El Mundo está hecho de cosas simples...
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