viernes, noviembre 30, 2007

"Ya no hay peligro..."

¡Qué día pardiez! Pensé que la había "regado" pero no fue así... Consternado, totalmente resignado a recibir una severa reprimenda bajé las escaleras. Martín al verme me preguntó: "¿Ya te vas?" y yo por dentro: "Si, me voy a la... Meca". No sé por qué rayos no puedo controlar mis nervios. NOTA MENTAL: "Debo leer los correos, no hay excusas que valgan". Totalmente azorado, con las mejillas recalientes y con el orgullo regado por los suelos fui en busca de mi destino y encontré, inesperadamente, rostros risueños ¡¡¡¡¿qué paso?!!!! ¡Exijo una explicación! Como en la tradición de Palma: "¡Eh! Señores..., ya hizo fuego el cañoncito..., puntería baja..., poca polvora..., proyectil diminuto..., ya no hay peligro..., examinenlo"... ¡Ufffffff...!

Casi todo el día estuve eufórico, con la adrenalina al cien por cien pero esta se detuvo en secó cuando me enfrente a esa terrible situación. Quedé bloqueado, no ataba ni desataba y el "Cachorro" para mi disgusto me dijo que yo era el culpable pues estaba viendo ese tema...

Salí a comer a las doce y media del día, hablé con Vladi y le dije las cosas tal cual, no puede caer en el sacrificio o en el suicidio comiendo a las tres o cuatro de la tarde. Ya había tenido algunas molestias días previos asi es que no quería arriesgar demasiado. Primero es la salud...

Se convocó a una reunión al finalizar el día y dije algunas cosas que espero que hayan tenido acogida de lo contrario fue en balde, espero que no. Menos mal, para mi tranquilidad y alegría, los chicos colaboran, algunos más que otros. Sólo tengo un problemilla con una persona que hace un trabajo desordenado y es un cabeza dura pues no entiende razones por más que trate de comprenderlo. De Roi no me quejo por que es el más pilas, no se corre de nada y está dispuesto a hacer todo lo que le diga. Ronny también es uno de los más colaborativos, descargando en buena parte la pesada tarea diaria. Puedo confiar en ellos porque sé que no me van a defraudar. No soy de ordenar ni pedir las cosas imperativamente, no he llegado a ese extremo y graciass a Dios que todos se muestran dispuestos a ayudar. Pero aún estamos fallando en las coordinaciones y en la forma de pedir las cosas. Hay quienes toman lo que dicen sus compañeros como una orden y las desoyen por cuestiones meramente personales, son casos aislados pero manejables. Me faltó a incidir en el tema del respeto, sobre todo en las personas que detentan cargos y cierta jerarquía sobre el resto por una cuestión mas funcional que meritoria, no tienen maneras de pedir las cosas y al mínimo error humillan al que lo cometió, no me banco eso. Todos podemos cometer errores y tenemos que apoyar en la solución más que caer en la fácil crítica después de... Me chocan las poses de las personas que se ufanan de su cargo y gritan o levantan grandes voces para dejar sentada su posición o supremacía sobre el resto, la inmodestia. Que a todo lo que diga le buscan el lado negativo, no me banco eso por que se escapa a lo laboral y va al campo de la aprensión meramente subjetiva. Me siento tranquilo cuando doy las gracias a alguien después que cumplió con algo que le encomendé, lo digo de manera sincera, por más ocupado que me encuentre, me satisface eso, ver el esfuerzo individual pensado en pro del grupo, como una pieza más de un complicado reloj suizo.

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