lunes, diciembre 24, 2007

"¿Feliz Navidad? Sí, lo será..."


Los arreglos en casa para recibir la Navidad recién empiezan hoy... El año pasado, quince días antes, ya estaba todo listo. Este año, por cuestiones de trabajo de mi hermana, que la convirtió en el centro de sus operaciones prácticamente en la cocina para su empresa de eventos, no pudimos hacer ningún arreglo. Mi sala estaba repleta de cocinas industriales, balones de gas y de un tropel de cheffs y de ayudantes de cocina que trabajaban, incansablemente, día y noche.
Recién hace dos días que paró la maquinaria. Ayer no se pudo avanzar mucho. Se llevaron recién dos de las tres cocinas industriales y los balones de gas tuvimos que llevarlos al patio interior de casa. Bueno, la tarea difícil empieza hoy. Ya no hay tiempo para pintar la casa, sólo para armar el nacimiento y poner los motivos navideños en algunas rincones y exteriores de la casa.

Lucila, una muy querida vecina y mejor amiga, sufrió un aparatoso accidente. La buena de "Chili", como la llamamos de cariño a la chica de voz grave pero agradable que solía cantar en el coro de la iglesia todos los domingos, cayó de un segundo mientras colocaba adornos en el frontis de su casa. Perdió el sentido, su caso está en observación. Sólo espero que mi linda amiguita se recupere para bien de este trance.

Que la Navidad este año ha venido con penas ¡eh! También me tocó a mi. Ayer tuve que llevar a su casa a mi adorada Valeria. Con un taxi lleno de regalos para las chicas nos dirigimos hasta su casa en Villa el Salvador. Nos acompañó Karina, mi otra sobrina de seis años, que se quedó en casa por unos días. Me resultó muy fácil desprenderme de mi querida cámara digital, mi primera cámara digital en todo caso, que me había acompañado por todo un año y que se había convertido en mi cómplice en los momentos más agradables que me han tocado vivir en este año. Sin mucha ceremonia cogí un papel de regalo, soy remalo para envolver cosas, y puse dentro de una cajita, cámara, estuche, memoria, cargador, pilas recargables y unas 30 fotos como para que ya empiece a armar su propio album de fotos mi querida Verónica, a la que le gusta mucha la fotografía. Le hice la recomendación que la cuidara mucho que estaba prácticamente nueva, pues a pesar del uso la tenía muy bien cuidada.

Anoche estuve conversando con mi hermana, y me dijo que mi cuñado, o sea su esposo, estaba de acuerdo con que Verónica estudiara el próximo año en San Juan y se quedara en mi casa, pero que ya no quería desprenderse de Valeria... Quise alegar pero me contuve, total son sus padres. Me dijo que ya eran demasiado en casa, pues aparte de ellos me olvidaba mencionar a Kevin, el hijo mayor de la familia Rivera, que desde hace cuatro años estudia por acá y se queda en casa. Él este año termina la secundaria, es un chico de quince años, tranquilo, amante de la lectura, creo que este año ha leído el doble de libros que yo leí a su edad. A pesar de su juventud se muestra maduro y es un chico correctísimo. Se divierte sí como cualquier chico de su edad pero jamás comete excesos. El ambiente de Villa, por lo menos en la zona en que vive no es de lo mejor para los chicos jóvenes pues las malas juntas y peores influencias determinan el derrotero de sus vidas. Creo que al final el perderse está en uno mismo y más aún si las malas influencias se muestran con rostros amigables.

Igual preocupación siento por las pequeñas... Bueno, Vero ya está grande, tiene doce años y es una chica hermosa: Cabellos largos y ensortijados, blanca como la leche, linda sonrisa y unos hermosos ojos cafés que contrastan con su blancura. Para las chicas muchas veces la belleza resulta una maldición y más aún dentro de una sociedad machista y que actúa muchas veces sin prejuicios.

Lo de Vale es un tema pendiente en mi agenda, todavía no se ha finiquitado nada, mantengo cierta esperanza que mi tesorito venga conmigo. Ayer la extrañé a mares. Era el primer domingo en casa que estaba sin ella. La casa se siente silenciosa y triste sin oir su voz... Me puse remal, pero bueno tendré que acostumbrarme a estar sin ella y extrañarla... Mi princesita está con quien debe estar, sus padres, bueno igual iré a su casa a visitarla hoy aunque sea para acompañarlas por un ratito y ver sus rostros ilusionados e iluminados con una sonrisa cada vez que abren un regalo...

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