Un bicho me picó en el brazo y me provoca gran escozor, me dan ganas de rascarme hasta rasgar la piel, espero que pase pronto o tendré que ir a la botica de la esquina por algún ungüento mágico... Hace unos días un chico del trabajo se intoxicó por un fármaco, el sábado me llamó y al parecer su caso es delicado, espero que Héctor se reponga lo más pronto posible o por lo menos que se restablezca del todo.
Hoy fue un día difícil en el que mi paciencia fue puesta a prueba. Paquito, cuyo trabajo deja mucho que desear se propuso sacarme de quicio, por poco lo logra pero mantuve la calma. Hoy se le dio por saltar jerarquías, coger el fono y hablar con la personas no indicadas para ver un problema, tuve que quitarle el fono pero se exaltó y me dijo que tanto Vladi como el segundo le había autorizado para hacerlo. Se calmó un poco pero con el rencor latente. Hablé con uno y otro y al final obtuve la misma respuesta: Nadie lo había autorizado. Aclaradas las cosas me puse en autos sobre el tema en cuestión e informé del caso. Paquito, cada vez que encontraba un problema me lo traía a mí tratando de saturar o sobrecargar mi trabajo para destacar delante del encargado mi "ineptitud", no lo logró. Parecía un niño malcriado buscando venganza.
Mary, la preciosa proveedora de piel canela, ojos pequeños y cuerpo divino me llamó y retó: "Ven Javier", me dijo, "hoy quiero irme temprano a casa... ". Traté de explicarle que estábamos supeditados a la mano de obra actual por lo que no le prometía un determinado plazo para culminar con la revisión de su mercadería y que aquí nadie tiene prerrogativas. Qué linda se ve cuando está enojada, me dio su fono, talvez la llame un día de éstos. Tiene algo de razón en molestarse pero tampoco somos pulpos, se le pasó el mal humor cuando encontramos problemas en su mercadería, se podía solucionar pero eso requería algo de tiempo. Apelando a todo su sex-appeal nos pidió que la ayudáramos a resolver con bien el problema, ahora sí me sonreía, ya no tenía el pucherito de horas antes cuando me sacó al fresco por las demoras en la revisión de su mercadería.
Otro problema que tuve que enfrentar es la mala actitud de las personas, aquellas que a todo le buscan el lado negativo y que en lugar de apoyarte tratan, concientemente, de frustrarte... "Divide y reinarás..." Detesto esa clase de personas: aprensivas, egoístas y celosas del trabajo de los demás: Una característica a destacar en estas personas es que se creen insustituibles en lo que hacen, definitivamente se les subieron los humos o son incapaces de comprender que es la sencillez la que conduce a la consecusión de nuestros bjetivos y que serán la base de nuestra propia personalidad.
Estando ya cercana la Navidad se me ocurrió buscar entre mis borradores y encontré esto:
"No fue la mejor Navidad de todas las que me ha tocado vivir pero no puedo negar que aquel manto de ilusión que se cierne, por éstas fechas, sobre los más pequeños se mantiene intacto. Los adultos podemos quejarnos de muchas cosas, de tener x cantidad de problemas pero no debemos involucrar en ellos a los más pequeños... El sentido de la Navidad no se encuentra en los regalos pero explíquenle eso a un niño que los espera tanto como si se tratase de su propio cumpleaños. Hace más de dos mil años nació un niño en las condiciones más humildes que puedan imaginarse y sin embargo, hoy, su mensaje, de amor y hermandad, es recogido por millones de personas de las sociedades más disímiles aunque adecuándolas a su propia idiosincracia y, ¿por qué no?, conveniencia. Por más cristianos que nos consideremos y por más golpes de pecho que solamos darnos en una iglesia no somos consecuentes con el mensaje cristiano. No somos cristianos en el sentido estricto de la palabra pues persisten comportamientos egoístas e hipócritas que se condicen con la conducta de un cristiano: Hacemos el mal sin mirar a quien... Pero no es el caso recordar en éstas fechas comportamientos ingratos sino destacar los buenos ejemplos y acciones. Un gran saludo por estas fiestas a todas las personas en cuyos corazones el sentido de la Navidad vive todo el año... Cada vez que pienso en la Navidad me vienen a la mente sonrisas infantiles y ojitos ilusionados cada vez que un regalo es abierto..."
Esto lo escribí hace un año, parece que fue ayer, cómo vuela el tiempo...
Rebuscando entre mis borradores encontré estos apuntes que pertenecían a un blog ficción que escribí hace casi tres años y que mereció una pequeña mención en el Dominical del Comercio. Por obvias razones mantuve el anonimato, pues se suponía que el blog era escrito por una chica pero nunca fue así. En esa época me creía escritor, soñar no cuesta nada... Comparto este escrito con Uds, pero una salvedad... "Guardad celosamente el secreto":
"No me considero la mejor alumna de clases y algunas maestras se empeñan en enrostrármelo a la menor oportunidad y hacerme la vida a cuadritos. Para ser más específica son dos, pero la más "bárbara" es Miss Lucía.Desde el primer día de clases supe que no nos íbamos a llevar nada bien. Y para dar fe, de que las cosas que digo (no insinúo ¿eh?) no son puras fantasías mías, juicios a priori, prejucios, mala fe o indisposición hacia ella, les contaré algunas "cositas" (digo "cositas" porque no sé como catalogarlas sin caer en la parcialización), en aras de dilucidar el tema y dejarlo a criterio de Ud. público culto (¡Asu!, seguro que todos voltean para buscar a quién me refiero. Pues a Uds. tontitos) y lector. Expongo, entonces:El primer día de clases, por esas cosas de la vida (me quedé dormida) llegué tarde a clases. En la entrada del colegio no tuve problemas (una sonrisa abre todas las puertas). El problema o el lío gordo empezó al entrar al salón y:
- Buenos días, señorita.- Misss Lucía querra decir, ¿alumna...?
- Neumann, señorita... digo, Miss Lucía.
- ¡Éstas son horas de llegar! -mirándome y no precisamente con cariño, mi sonrisa como que no funciona con ella-. Algunas alumnas -hablando para todas- creen que pueden llegar a la hora que quieren. Porque sus papitos tienen seguro mucha plata se creen las dueñas del Mundo y del tiempo de las personas. Llegan tarde y quieren entrar como sin nada; y encima burlándose de la maestra -ahora parada frente a mí. Les juro que no moví un sólo pelo y reirme era en lo último que pensaba- y de todas ustedes... ese es el problema del Perú, que mientras un pequeño grupo de "blanquitos" se creen los dueños del Perú, los demás tenemos que sufrir sus humillaciones y malacrianzas -oh...oh, aquí el problema es otro-... por eso estamos como estamos -cogiéndose la cintura con ambas manos y ladeando la cabeza en gesto desaprobatorio-.
- Disculpe Señorr... Miss Lucía...
- ¡Cállate! Ven, hablo y le entra por una oreja y le sale por la otra. ¡Qué afán suyo en burlarse de los demás!. ¡Alumnas quiero que sean más conscientes!... una no las castiga porque quiere, sino, por su propio bien: ¿Si o no?... ¡vamos respondan!... ¡SI o no! -creo que el sonido de una mosca planeando por el suelo raso podía oírse en ese momento-... ¡Claro que sí!. ¡Una habla y habla y Ud. sigue burlándose -sólo sonreía de nervios-. ¡Señorita Ud. no entra a mis clases sino viene acompañado por su apoderado!
Obvio, que en la próxima clase vine acompañada de papá. Él de los más conciliador apaciguó los ánimos de la profesora con lo que quería oir: le pidió disculpas por todo lo que había hecho (¿Qué?, pero, ¿qué hice? solo tratar de caerle simpática. Gracias Papi). Y la profesora: "Si pues, señor, la juventud de hoy está totalmente desorientada...". Digo yo, o estoy totalmente loca o estaban hablando de otra chica. O creo que la profesora es prejuiciosa y que mi papá no confía en mí. Me pareció estar viendo una misma película en tres versiones ampliamente disímiles. Allí terminó el capítulo y yo quedé como la mala de la peli.
Ayer, Miss Lucía, tratóen clases sobre los planes hegemónicos y expansionistas de Chile, en base a una toma sistemática y mediática de sectores estratégicos del Perú como empresas eléctricas, aéreas, industriales, comerciales, etc. Pidió opiniones y yo expresé la mía (pensé que en el Perú había libertad de expresión) y dije: "El Perú es un mercado abierto para las inversiones privadas y los empresarios chilenos sólo son unos inversionistas más..." (para qué hablé). Me cortó la palabra y excusó en mi juventud la falta de visión por la gravedad de la situación. Por un instante sentí su fuerte mirada hacia mí y luego volteó mirando a la clase: "para la próxima clase (lunes) quiero que traigan una cartulina, para pegar en el salón, con una frase alusiva al descalabro de la industria nacional por la competencia desleal de los empresarios chilenos y cómo podremos remediarlo". Antes de dar por terminada la clase, prosiguió: "Las ambiciones estratégicas y geopolíticas de Chile son desmedidas y debemos de estar atentas y en guardia contra los chilenos. Ahora, pidió mi opinión (como retándome) y yo solté mi discurso pro-amistad y pacifista, el mismo que cortó apenas empecé para dar por finalizada la clase.
Ahora, mirando en mi sopa de letras, trato de armar la frase sin transar con mis principios y no exponerme a una calificación baja, porque una nota desaprobatoria más y..."
Luego les contaré más cosas sobre este personaje... Ahora creo que me mejor me voy a dormir... Pero extraño a una personita... Mejor lo dejo ahí, bye...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario